Armando Nieto, presidente de Divina Seguros: "Chile es un país con un índice de competencia escaso"

Hace poco más de un año, la española Divina Seguros de Vida arribó al país para iniciar operaciones. Enfocada en pólizas de salud, vida y accidentes personales, la aseguradora de origen valenciano ya cuenta con una cartera de 20 mil clientes en el país.

De visita en Chile, el presidente ejecutivo de la aseguradora, Armando Nieto, aborda en entrevista con DF, los desafíos de la firma que espera llegar a un punto de equilibrio en un plazo de tres años.

“Si el empresario no quiere adaptarse a la evolución natural de los acontecimietos de las sociedades modernas, al final acabará pagándolo”, dijo Armando Nieto de Divina Seguros de Vida.

- ¿Cómo ha sido la instalación en el mercado local?

- El mercado chileno no es sencillo. Tiene una gran ventaja respecto de los países vecinos de la región, y es que tiene instituciones estables o seguras. Pero es un país con un índice de competencia escaso. Hay mucho oligopolio, y es un mercado con pocos agentes con mucho poder. Por otra parte, si comparamos el desarrollo en seguros de Chile con cualquier país de la Unión Europea, vemos que todavía tiene un camino importante a recorrer y es un poco a consecuencia de lo primero.

- ¿Qué mirada tiene sobre el empresariado chileno?

- El empresario chileno está acostumbrado a tener mucho control de su negocio y a no explorar nuevas vías y reinventarse diariamente. Pero el mundo funciona así en Europa, en Estados Unidos, en China, en Japón, en Australia, y eso hace que las sociedades puedan avanzar. Si el empresario, no quiere inventar, adaptarse a la evolución natural de los acontecimientos de las sociedades modernas, al final acabará pagándolo (...) Animo a los medios a hacer esa labor también de divulgación, para que el empresario chileno sea generoso y que esté del lado del aperturismo a mejorar la competencia, a que otras entidades con otras experiencias puedan colaborar. Yo creo que es un problema de miopía. Creo que en Chile hay un poco de cortoplacismo en ese sentido.

- ¿Cómo se materializa ese cambio?

- Con una mirada menos cortoplacista, de más competencia, hay que ser más creativos. Yo creo que los sistemas liberales, son los mejores para la organización de la eficiencia y la distribución de los recursos. Pero si no tienen competencia, son un desastre, no funcionan y no se desarrolla la economía. Entonces, el punto de Chile es crear mecanismos para que pueda haber competencia. No hablo de intervencionismo estatal, al contrario, creo que cuando nos vamos por la vía ideológica estropeamos también la economía. La política tiene que servir para darse cuenta de que esto es científico, no es ideológico. Pero un elemento esencial en la ecuación es la competencia. Cuanto más cerca estemos de la competencia perfecta, más desarrollo económico hay y más redistribución de la riqueza hay y más población está en niveles de dignidad y más alejadas a la pobreza. Eso es absolutamente fundamental. Y para mí ese es el diagnóstico de Chile, que falta un pelín de competencia y eso es lo que tenemos que apoyar todos.

Rol del regulador

- ¿Es una falla del regulador?

- Es complicado porque al final la entidad aseguradora y en el fondo todos llevamos un monopolista dentro. Todos queremos ser el primero, los que más vendamos, comprar otras compañías y que no haya nadie más. Todos tenemos que luchar contra nuestra propia esencia. El papel del supervisor es tener la habilidad de no romper el mercado, de no intervenirlo, pero sí regularlo y supervisar, que es distinto; y creo que ahí es muy importante lo que está sucediendo en Chile, porque yo creo que es un elemento esencial en la evolución de los próximos años.

- ¿Cuál es el desafío del regulador local?

- El gran desafío de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) es conseguir un mayor nivel de competencia en el sector, mayor diversidad en los servicios y digamos, menos condicionados. Por ejemplo, en el ámbito sanitario, el hecho de que haya pocos agentes y que estos además tengan una integración vertical, es decir, soy una aseguradora y dueño de la totalidad o de una parte del capital del prestador del servicio, impide que otras aseguradoras puedan participar de la prestación del servicio. En España este es un riesgo que estamos sufriendo. Hay una corriente de aglutinación de los servicios sanitarios de hospitales y está perjudicando al sector asegurador. 

- Y en Chile, ¿están viendo situaciones similares?

- Es difícil determinar en Chile exactamente cuáles son los riesgos. Eso es el trabajo que tiene que hacer el supervisor y las aseguradoras tienen que entender que hay que colaborar con el supervisor. No estamos en un sector en que el mercado esté saturado y eso es una gran oportunidad para todos y tenemos que ver las cosas un poco más a largo plazo.

- ¿Le preocupa el efecto de cambios en materia de salud o pensiones para el sector?

- Ya estamos haciendo cosas en España muy parecidas a lo que pretenden hacer o tratan de llevar como proyecto en Chile y, por lo tanto, tenemos una experiencia enorme a nivel de todo tipo de coberturas que se puedan dar en un mercado asegurador. Entonces, desde luego no nos supone un abismo ni nos da vértigo, al contrario, creo que para el sector asegurador en general puede ser una gran oportunidad.  Cuanta más población esté cubierta asegurada y tenga seguridad en el ámbito económico, en el ámbito sanitario, más desarrollo habrá para el país y cuanto más desarrollado sea el país, más las entidades podremos crecer (...) Ya te digo que yo creo que es una gran oportunidad esto que está sucediendo".