La compleja situación financiera que llevó a Enjoy a la reorganización judicial
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La historia de Enjoy y la estrechez financiera son de larga data, y ha pasado bastante agua bajo el puente desde que el fondo internacional Advent le tiró un salvavidas a la compañía cuando en agosto de 2017 entró a la propiedad, inyectando cerca de US$ 120 millones.
Hoy la operadora de casinos de juego informó al mercado que las presiones de los remezones que ha vivido la industria en los últimos meses le pasaron la cuenta e iniciarán un proceso de reorganización judicial para evitar la quiebra, citando el daño que provocaron la crisis social del tercer trimestre del año pasado y la pandemia de coronavirus de este año en su generación de ingresos.
Fiel reflejo del momento de Enjoy es la acción. Los títulos de la firma han venidos cayendo casi sostenidamente en los últimos dos años y fracción. Después del rally que acompañó la noticia de la entrada del fondo internacional, el papel de Enjoy llegó a un peak $ 66,38 el 16 de noviembre de 2017. Desde entonces, la compañía ha perdido un impresionante 80% de su valor en bolsa, ubicándose actualmente en $ 13,14.
Los títulos de deuda también han visto una fuerte depreciación en los últimos meses, con el bono internacional de la firma pasando de un valor par en torno a 100 puntos a mediados de marzo a los 82 puntos que registra actualmente.
Esto en un contexto en que, en menos de seis meses, Enjoy ha vivido cuatro cortes de clasificación de riesgo: la agencia calificadora ICR la rebajó de BBB+ a BBB en diciembre del año pasado y en marzo de 2020 volvió a bajarla, a BBB-, mientras que Humphreys la recortó de BBB+ a BBB hace poco menos de un mes y Fitch la bajó de B+ a B.
La principal preocupación del mercado es la salud financiera de la compañía, en especial porque trae a la memoria la situación en que la operadora se encontraba antes de que Advent entrara a la propiedad.
Espere mientras se despliega la línea de tiempo
Crisis tras crisis
Si bien el grueso del dolor de cabeza actual de Enjoy viene de la limitación de la generación de caja que se ha generado con el cierre de los casinos, tanto en medio de las protestas que vivió el país como por la pandemia, desde el mercado destacan que la firma ya venía con una posición financiera debilitada, lo que los llevó a negociar con los tenedores de bonos en más de una oportunidad para flexibilizar las posibilidades de endeudamiento de la firma.
Es más, a fines de diciembre, una de estas negociaciones obligó a la firma a comprometerse a pagar el bono internacional para liberar su activo más relevante, el hotel que tienen en Punta del Este -conocido anteriormente como el Conrad-, y ponerlo en prenda para los papeles internacionales. Esto se pagaría con recursos de la venta de tres inmuebles de sus casinos, en Antofagasta, Pucón y Coquimbo.
Según comentan agentes del mercado, a la firma le pasó la cuenta tener plan de inversiones agresivo en un sector muy expuesto al ciclo económico.
Sector que, sobre decir, se ha visto duramente impactado por los acontecimientos recientes, que provocó cierres de operaciones en Chile, Argentina y Uruguay.
Esto provocó que la firma tuviera que tomar una serie de medidas en las últimas semanas. A finales de marzo, el directorio de la compañía determinó citar a los accionistas de la compañía para aprobar un aumento de capital por US$ 150 millones -instancia citada para hoy, pero que terminó suspendiéndose-, para luego proceder a reducir su planta de trabajadores y rebajar salarios a sus ejecutivos. A mediados de este mes, se acogieron a la Ley de Protección al Empleo.
Enjoy informó una pérdida atribuible a los controladores de $ 27.707 millones para 2019, mayor que la de $ 23.539 millones registrada el ejercicio anterior, cerrando el año con una relación entre deuda financiera neta y Ebitda ajustado anualizado de 6,05 veces. El año anterior, esa cifra llegó a 4,31 veces.