Tenso cruce: Joaquín Cortez crítica reforma de pensiones y Christian Larraín pide “altura de miras”
El subsecretario de Previsión Social refutó la comparación de la reforma con el Transantiago. Por su parte, el expresidente de la CMF, Joaquín Cortez, cuestionó si el país está preparado para un cambio refundacional.
- T+
- T-
Con una enérgica presentación ante economistas y expertos previsionales convocados por Clapes UC, el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, respondió este lunes a las principales críticas al proyecto de reforma de pensiones recibidas hasta ahora, tanto del mundo técnico como de la oposición al Gobierno.
“Bienvenido el debate democrático y técnico, mientras sea con altura de miras y sin eslogan (...) No solo es importante hacer críticas, sino que también que las propuestas se hagan cargo de la totalidad de los problemas que hoy día tenemos en el sistema, que no son solo que cotizamos poco o los problemas del mercado del trabajo”, indicó.
En el encuentro estuvieron también presentes el exministro de Hacienda, Felipe Larraín; el académico y economista, Leonardo Hernández; el exvicepresidente del Banco Central, expresidente de AFP Provida y actual director de Metlife, Joaquín Vial; la vicepresidenta ejecutiva de Espacio Público, Paula Benavides, y el expresidente de la Comisión para el Mercado Financiero, Joaquín Cortez, también expresidente de Provida, exdirector de Habitat Perú y expresidente de Corp Seguros y de Confuturo.
Visión de Cortez
Una de las visiones que resaltaron en el encuentro fue la de Joaquín Cortez, quien por primera vez se refirió públicamente a la reforma, calificándola de un “Big Bang”. “La pregunta es si como país estamos en capacidad de tolerar un cambio refundacional como el que se está proponiendo”, añadió.
Cortez refutó a Larraín respecto de la incidencia de los problemas del mercado laboral sobre las pensiones y contrapreguntó “qué culpa tienen las AFP”. También criticó el nuevo rol del Estado en el soporte de cuentas e inversión, la eventual competencia desleal que provoca la regla del default, que derivará afiliados que no elijan al gestor público; la eliminación de los agentes de venta para los privados, y planteó dudas sobre el interés de nuevos actores y de las AFP en convertirse en gestores de inversión.
En su defensa del proyecto, Larraín aclaró que el sistema propuesto “no es de reparto” y que la capitalización individual se mantiene. También refutó la calificación de la separación de industria. “Si entendemos como Transantiago que el Estado termine pagando el grueso de la cuenta por la falla del funcionamiento del sistema privado, no sé en qué sistema estamos porque en la mediana, hoy el Estado está pagando el 75% de las pensiones”, argumentó.
Sobre la distribución del 6% de cotización adicional, recalcó que “no es por una razón ideológica que queremos que vaya al pilar de ahorro colectivo, sino porque creemos que se pueden hacer cosas que no se pueden hacer si se va todo a cuentas individuales”. También abordó las críticas a las tasas de reemplazo, indicando que “en un contexto en que el 72% de las personas tiene pensiones bajo el salario mínimo, a todas luces es un indicador incompleto para evaluar la suficiencia de las pensiones”.
Por último, apuntó sus dardos contra las ganancias de las AFP, recordando que el año pasado tuvieron ingresos por US$ 1.000 millones y costos por US$ 500 millones. “Cuesta encontrar industrias privadas que operen con estos márgenes (...) Queremos privados, pero funcionales al servicio de la seguridad social”, puntualizó.