Fundador de Pimco advierte que los inversionistas están en un 'mundo de sueños', arrullados por los bancos centrales
En entrevista con FT, Bill Gross asegura que los inversionistas viven en un "mundo de sueños" provocado por la decisión de los bancos centrales de seguir ayudando a la economía mundial.
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Los tipos de interés en mínimos históricos y los programas de compra de bonos, que ahora empiezan a reducirse de forma muy gradual, han alimentado un boom financiero que afecta a todo tipo de activos, desde las acciones hasta los activos digitales, "como las criptomonedas de coleccionista", explicó el fundador de Pimco en una entrevista a Financial Times.
En referencia a la política acomodaticia de los bancos centrales, Gross advirtió de que "es peligrosa". "Es un mundo de sueños que se ha fabricado en torno a unos tipos de interés que no están donde deberían estar", añadió.
La tasa de inflación de EEUU, que ya se situaba por encima de lo que esperaba la Reserva Federal, se aceleró en octubre hasta un máximo de tres décadas, el 6,2%. El repunte de los precios también va muy por delante del objetivo en otras economías mundiales. Esto ha aumentado la preocupación de que los bancos centrales tengan que actuar antes y de forma más agresiva de lo que se había previsto con anterioridad.
Los comentarios de Gross sobre la exuberancia financiera coinciden con las declaraciones del CEO de Deutsche Bank, Christian Sewing, que el lunes aseguró que los bancos centrales deberían ajustar la política monetaria para tomar "contramedidas" frente a al aumento de la inflación.
Aunque Gross, que ya está retirado, se mostró escéptico ante la posibilidad de que la inflación se mantenga tan alta o se acelere aún más, pronosticó que es probable que se sitúe muy por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal en un futuro próximo.
No obstante, Gross manifestó sus dudas sobre la posibilidad de que la Reserva Federal y otros bancos centrales vayan a endurecer la política monetaria de forma significativa para controlar los excesos financieros y las presiones inflacionistas, porque existe el riesgo de causar un daño al mercado que ponga en peligro la recuperación económica.
"No pueden hacer mucho. Creo que el presidente de la Fed, Jay Powell, depende de los mercados financieros, y por eso dejará paulatinamente de comprar bonos, y es probable que el año que viene suba gradualmente los tipos de interés".
A pesar de que la inflación se ha acelerado en la mayoría de las principales economías como resultado de los problemas de las cadenas de suministro y de la fuerte recuperación económica tras la pandemia, el mercado de deuda ha mantenido la calma.
En las últimas semanas, la rentabilidad de la deuda pública a corto plazo se ha disparado, ya que los inversores han empezado a valorar la posibilidad de que se produzcan subidas de los tipos de interés, pero los rendimientos a largo plazo se han mantenido en gran medida en mínimos históricos.
"Los datos de la inflación a corto plazo pueden intimidar a los que intentan combatirla, lo que podría llevar a los banqueros centrales a plantearse reaccionar con más premura de lo que estaba previsto", explicó la semana pasada Rick Rieder, responsable de inversiones de renta fija de BlackRock. "Aun así, es probable que con el tiempo las distorsiones derivadas de la pandemia y sus consecuencias se relajen", añadió.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años ha subido en respuesta a los datos de la inflación de EEUU publicados la semana pasada. No obstante un 1,6% sigue siendo excepcionalmente bajo, lo que indica que muchos inversionistas en renta fija siguen pensando que la actual tasa de inflación es algo temporal.
Pero a Gross, que ahora está centrado en gestionar el dinero de su propia fundación, le siguen preocupando los efectos a largo plazo del experimento monetario de la última década con tipos de interés bajos o incluso negativos, junto con los programas de compra de bonos, que desde 2008 ascienden a 23 billones de dólares.
El prolongado período de bajos tipos de interés ha tenido consecuencias terribles para los ahorradores. "Uno de estos días, de estos años, o de estas décadas, el sistema colapsará, porque el capitalismo depende de que los ahorradores ahorren e inviertan", señaló Gross.