Los últimos datos macro en EEUU diluyen la opción de una subida de tipos en junio y aceleran la remontada del euro, próxima al 10% en dos meses.
El mercado de divisas ha enfriado uno de los principales estímulos que había encontrado la renta variable europea para prolongar sus subidas: el desplome del euro.
Dos meses atrás, justo después de que el BCE pusiera en marcha su multimillonario programa de compra de deuda, el euro se hundía a nuevos mínimos de 2003, hasta los US$ 1,04. Desde entonces el rebote ha ido tomando forma en el mercado de divisas.
Al inicio de esta semana, el pasado lunes, la divisa comunitaria se replegaba al borde de los US$ 1,11. Ayer aceleró sus subidas, y hoy prolongó sus avances hasta US$ 1,1370, casi un 10% por encima de los mínimos registrados a mediados de marzo.
Con esto se ubicó en su nivel más alto desde el 18 de febrero, cuando alcanzó los US$ 1,1392.
Los últimos datos macro en Estados Unidos han trasladado nuevos síntomas debilidad en su economía. Ayer mismo los inversores reaccionaron al inesperada frenazo del consumo. En abril, las ventas minoristas se congelaron, frente al repunte del 0,2% que esperaba el mercado.
La agenda del día de hoy concentra las referencias macro en las cifras de paro semanal de EEUU. Si se cumplen las previsiones de los analistas, las peticiones semanales de subsidio de desempleo podrían haber subido desde las 265.000 hasta las 275.000 solicitudes.
El temor a una desaceleración en la economía estadounidense ha diluido las opciones de una eventual subida de los tipos de interés en el mes de junio. El mercado vuelve a retrasar los plazos barajados para el primer ajuste al alza de los tipos de interés de la Reserva Federal desde 2006, con el consiguiente correctivo en la cotización del dólar.