La divisa comunitaria solventó sin grandes cambios la reunión del Banco Central Europeo del pasado jueves. Pero las presiones bajistas se han agravado en el euro, a raíz de las últimas referencias macroeconómicas publicadas en la eurozona.
A la inesperada entrada en recesión de Italia se unen las dudas sobre la evolución de la mayor economía de la zona euro. Algunos analistas vaticinan un severo freno en el crecimiento de Alemania, sin descartar incluso una leve contracción.
Los efectos de la crisis en Rusia están pasando factura a la economía y a la Bolsa alemana. Hoy este deterioro en el contexto ha quedado patente con la publicación del índice ZEW de confianza inversora en Alemania. Los analistas auguraban ya una notable caída, desde los 27,1 puntos del mes anterior hasta los 18,2 puntos. Pero el desplome ha sido mucho más pronunciado, hasta los 8,6 puntos.
El propio Gobierno de Berlín reconoce un enfriamiento de su economía en el segundo trimestre, y los analistas consultados por Bloomberg prevén ahora una contracción del 0,1% en el PIB alemán correspondiente al segundo trimestre del año.
El brusco deterioro en la confianza inversora en Alemania relanzó las caídas en el euro. La divisa comunitaria se aleja del nivel de los US$ 1,34 sobre el que se movió ayer, y en su repliegue baja hasta los US$ 1,334, en zona de mínimos del año.
La ralentización de la economía europea podría reforzar los estímulos monetarios que baraja el Banco Central Europeo. A diferencia del BCE, la Reserva Federal de Estados Unidos se encuentra en pleno debate sobre los plazos del próximo ajuste al alza en los tipos de interés.