En los últimos 30 años, el mundo ha atravesado grandes cambios, una transformación que se aceleró en la última década, a medida que una revolución tecnológica impulsa la nueva economía digital. Para seguir la huella de los cambios, es útil mirar lo ocurrido en el mercado bursátil.
En 1993, el primer año para el cual Bloomberg tiene datos consolidados, las acciones de Consumo Básico conformaban el sector más relevante del S&P 500, con una capitalización de US$ 382 mil millones, 23% del total. Cuando Bill Clinton iniciaba su primer gobierno en EEUU, el predominio de este sector reflejaba una economía mucho más basada en artículos de primera necesidad. Con un valor de US$ 73 mil millones, el líder mundial en capitalización era Walmart, que dominaba como el mayor minorista del planeta. Tecnologías de la Información, en cambio, era el quinto sector, detrás de Industria, Salud, Consumo Discrecional y Energía. Con una capitalización de US$ 124 mil millones, representaba solo 7,3% del total.
Todo cambiaría en los siguientes cinco años. Para 1998, el sector de Finanzas había pasado a dominar el índice, multiplicando su capitalización casi 700%. En una ironía del destino, ese mismo año Bear Stearns fue el único banco rescatado tras el colapso del mítico fondo LTCM. Una década después, en marzo de 2008, se hundiría en medio de la crisis subprime, y esta vez no volvería a ser rescatado. El episodio marcó el debate sobre las empresas "too big to fail", y meses más tarde selló el destino de Lehman Brothers, cuya quiebra dio paso a la debacle mundial.
Pero antes de eso, en 2000, había otra crisis todavía por venir. La banca seguía en auge, creciendo 48% en un par de años, pero había quedado relegada por el meteórico ascenso de las Tecnologías de la Información, que se había más que triplicado a US$ 2,49 billones (millones de millones). Microsoft estaba en su apogeo, y con US$ 600 mil millones casi duplicaba a Walmart. Eran los años de la masificación de Internet, donde los inversionistas pagaban por cualquier idea que les diera exposición a la red. Ese exceso provocó una burbuja que estallaría poco después. Para octubre de 2002, el Nasdaq se había derrumbado casi 80% desde su peak de 2000. Para 2006, el sector habría perdido US$ 1 billón, cediendo el liderazgo nuevamente a la banca.
En la década siguiente, sin embargo, vendría una verdadera explosión del sector tecnológico, que con US$ 4,4 billones hoy lidera de manera indiscutida el índice. En agosto de este año Apple se convirtió en la primera compañía en alcanzar un valor de más de US$ 1 billón, seguida un mes después por Amazon.
Los cambios en este período son más profundos de lo que parecen. El anterior reinado tecnológico estuvo dominado por grandes manufactureros, que abastecían a otras empresas a medida que se incorporaban a la era digital. La tecnología se limitaba a computadores para el hogar, impresoras, y consolas de juegos.
El punto de inflexión llegó en 2007, con el primer iphone. Lo que ocurrió después fue una explosión de la tecnología de consumo hacia todos los sectores. Uber, por ejemplo, es una compañía de transporte, pero también tecnológica. Visa y Mastercard, tradicionalmente consideradas financieras, entraron al sector tecnológico con los medios de pago digital y las "fintech".
Estas transformaciones llevaron a la firma dueña del S&P 500 a reestructurar los sectores en septiembre de este año. De este modo, Amazon, el líder del retail online, ahora forma parte del sector de Consumo Discrecional, junto a nombres como McDonald's y Nike, mientras que Facebook, Netflix y Alphabet pasaron a Servicios de Comunicación. Junto con el de Tecnología, ambos sectores ahora suman casi un tercio de todo el índice.



1988-2018
Economía mundial en continua transformación
Al preparar este especial pensamos que era importante mostrar a nuestros lectores que la economía mundial no es una obra terminada, sino en constante evolución. En EEUU, por ejemplo, sus ciclos duran 5,5 años en promedio, pero esta brecha se ha alargado y vive su segunda mayor expansión, con 111 meses de crecimiento consecutivo. También cambió el balance entre las grandes regiones económicas, con China representando en 2017 un tercio del crecimiento del PIB global.
Una manera de reflejar estas transformaciones es a través del S&P 500, el principal índice bursátil mundial, que representa 30% de la capitalización global. El indicador atraviesa el alza más larga de su historia, con 3.496 días sin una corrección. Aunque en la década de 2000 sufrió un largo estancamiento, tardó sólo seis años en saltar de US$ 15 billones a US$ 25 billones, la mitad de lo que demoró en pasar de US$ 3 billones a US$ 13 billones.
Hoy las acciones ligadas a la tecnología representan un tercio del índice. Y las firmas del sector se están pareciendo a los grandes grupos industriales, aumentando su inversión de capital a medida que construyen gigantescas instalaciones de procesamiento y extienden cables submarinos. Google, Apple, Microsoft y Facebook destinaron US$ 80 mil millones el año pasado a activos fijos.