Mientras la economía global aún digiere el primer mes de Donald Trump al mando de la presidencia de Estados Unidos, -incluyendo medidas y negociaciones arancelarias con sus países vecinos- los inversionistas están diversificando sus portafolios en busca de retornos.
En ese contexto, los mercados privados están ganando terreno como una opción rentable, según el jefe de activos alternativos para Latinoamérica de BlackRock, Roque Calleja, quien en conversación con DF señaló que “los mejores tiempos para mercados privados no han pasado; creo que lo mejor está por venir”.
De acuerdo con las estimaciones de BlackRock, se espera que la inversión en mercados privados alcance los US$ 20 billones para 2030, lo que representaría un crecimiento de 54% respecto a los US$ 13 billones actuales.
“El modelo tradicional de invertir 80% en mercados públicos y 20% en privados está quedando atrás”
- ¿Qué factores respaldarían este crecimiento en la industria?
- La primera tendencia que veo es la asignación de activos en wealth management, que sigue estando en una etapa muy incipiente. Hoy, los bancos privados y los inversionistas de alto patrimonio representan solo entre 1% y 2% de las inversiones. Cualquier aumento en esa asignación, aunque sea pequeño, tendrá un impacto significativo.
La segunda es el crecimiento del crédito privado e infraestructura. Actualmente, solo representan el 20% del total de los mercados privados, pero espero que llegue a 30% para 2030.
La tercera tendencia es la creciente demanda de transparencia en los mercados privados. Los inversionistas, especialmente después de la pandemia, están pidiendo mayor claridad, por ello, los gestores tendrán que adaptarse y usar la tecnología para ser más transparentes.
Y la cuarta, es la eficiencia en la gestión de inversiones. Cada vez más, los inversionistas prefieren trabajar con un número reducido de proveedores. En 2024, los seis principales gestores capturaron el 63% de los flujos globales.
“Latinoamérica presenta oportunidades en infraestructura y crédito privado. La infraestructura ya no se limita a carreteras o puertos, sino que ahora incluye a la transición energética y centros de datos impulsados por la digitalización y la inteligencia artificial”
- ¿Pero, la cuarta tendencia podría limitar la competencia?
- Hay muchísima competencia, hay miles de fondos y de proveedores ahora mismo en el mercado levantando capital. Lo que sí creo, es que habrá una consolidación, pero va a incrementar la competencia porque los managers van a querer diferenciarse entre ellos mismos.
Activos alternativos
- ¿Qué tan relevante es para BlackRock la industria de activos alternativos?
- La prioridad es absoluta y es una de las áreas de mayor crecimiento. Según nuestro reporte de resultados del cuarto trimestre de 2024, se espera que la plataforma de mercados privados y alternativos de BlackRock alcance los US$ 600.000 millones en activos de clientes.
- ¿Han implementado nuevas estrategias para consolidar esta área?
- El año pasado anunciamos adquisiciones por US$ 28.000 millones. Hemos adquirido la segunda mayor plataforma de infraestructura del mundo GIP y uno de los mayores manejadores de crédito global, HPS. Además, adquirimos eFront y Preqin, para liderar en tecnología y data en mercados privados, ofreciendo a una visión integral de sus inversiones con el mismo nivel de detalle en público y privado.
- ¿Qué porcentaje se destina a activos alternativos en los portafolios de BlackRock?
- Va a depender mucho de cada cliente. Un porcentaje idóneo sería al menos un 30%. La razón es que muchas de las mayores megatendencias, como la inteligencia artificial y la transición energética, están en el mercado privado. Si no necesitas liquidez, no tiene sentido fondearlas con productos de liquidez diaria. El modelo tradicional de invertir 80% en mercados públicos y 20% en privados está quedando atrás.
Infraestructura en Latam
- Dentro de Latinoamérica ¿qué alternativos recomienda?
- Latinoamérica presenta oportunidades en infraestructura y crédito privado. La infraestructura ya no se limita a carreteras o puertos, sino que ahora incluye transición energética y centros de datos, impulsados por la digitalización y la inteligencia artificial. Ahora la infraestructura presenta rentabilidades más similares al private equity.
En crédito privado, las empresas buscan alternativas a los bancos, que han reducido sus préstamos. Esto abre espacio para inversionistas a largo plazo, ofreciendo retornos atractivos y mayor diversificación.
- Hace un año, usted señaló en DF que esperaba ver un crecimiento de private equity y deuda privada en Chile. ¿Se concretó esto en 2024?
- En Latinoamérica, incluido Chile, ha crecido el interés por la deuda privada, destacándose por su diversificación, rentabilidad y estabilidad en distintos ciclos económicos. Tras la pandemia, ha mostrado baja morosidad y retornos superiores a la renta fija pública, atrayendo más inversionistas.
El mercado local se ha abierto a private equity, private credit e infraestructura, incluida la transición energética, impulsado por el aumento del límite para inversiones en alternativos de las AFP, lo que ha favorecido la demanda. Así que sí se ha materializado, y ha sido un buen año.