Corredoras se enfrentan a Masisa por derecho a retiro de accionistas
Reclaman que debido al Covid-19 ejercieron la decisión de sus inversionistas por vía electrónica. La forestal sostiene que debieron hacerlo por escrito.
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Mientras buena parte del mercado seguía con atención el debate parlamentario sobre el retiro del 10% de los fondos de pensiones, un grupo de corredoras de bolsa -que representan a una fracción de accionistas minoritarios de Masisa- se encuentran en pugna con la empresa forestal.
El conflicto se generó tras la venta de los activos forestales de Masisa a Forestal Tregualemu, ligada a Global Forest Partners, que pagó US$ 350 millones (ver recuadro).
La transacción quedó sujeta a su aprobación en una junta extraordinaria de accionistas (2/3 de las acciones emitidas con derecho a voto) y, que el ejercicio de derecho de retiro fuera inferior al 2% de los papeles emitidos con derecho a voto.
Considerando la emergencia sanitaria, Masisa, presidida por Andreas Markus, informó a sus accionistas que el encuentro programado para el 14 de mayo se realizaría finalmente el 28 de dicho mes.
En la junta la operación fue aprobada por la mayoría de los accionistas, salvo un grupo pequeño de disidentes.
Carta certificada vs correo electrónico
El artículo 69 de la Ley de Sociedades Anónimas establece que los accionistas “disidentes” tendrán el derecho a retirarse de una sociedad previo pago del valor de sus títulos.
El 29 de mayo, Masisa publicó el aviso de derecho a retiro, señalando que los accionistas que ejercieran esa opción debían hacerlo por escrito a la gerencia general o, por carta certificada.
Masisa agregó: “Atendida la contingencia actual provocada por el Covid-19, el accionista disidente podrá comunicar el ejercicio de derecho a retiro enviando copia de la comunicación referida al correo patricio.reyes@masisa.com. Lo anterior, sin perjuicio de dar cumplimiento a las formalidades que para estos efectos establece la normativa aplicable”.
Ahí comenzaron los problemas. La corredora de Credicorp presentó el derecho de retiro de sus inversionistas por vía electrónica, hecho que fue rechazado por Masisa. Algo similar le habría ocurrido con clientes de la corredora de LarrainVial.
Asimismo, se abrió otra discrepancia. Tanto Credicorp como la corredora de BTG Pactual presentaron derechos a retiro de accionistas que tenían sus papeles financiados con operaciones simultáneas, con contrapartes distintas a la intermediaria que los representaba. Masisa también se opuso a esta opción.
“Esto abrió una duda legal sobre si las operaciones que están financiadas con simultáneas tienen derecho a retiro”, dice un corredor de bolsa.
Considerando que el pago de derecho a retiro comenzará a pagarse ($ 20,18 por acción) este viernes, Credicorp envió una carta a la administración de Masisa con copia a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para que se pronuncie sobre el alcance de la interpretación jurídica que se está realizando y el efecto en los accionistas minoritarios.
La otra consulta que hizo la intermediaria es si el envío de la instrucción de derecho a retiro a través de un correo electrónico es válido en un contexto de pandemia.
Masisa consulta a la CMF
Consultada por DF, Masisa respondió que “el proceso de retiro fue simple, ya que a los accionistas sólo se les solicitó cumplir con las formalidades legales. El reglamento de sociedades anónimas establece que el derecho a retiro sólo se puede ejercer por presentación escrita en el lugar donde funciona la gerencia (en este caso Apoquindo 3.650, piso 10, Las Condes) o por carta certificada enviada a dicho domicilio, salvo que los estatutos sociales establezcan una formalidad distinta (los estatutos de Masisa no señalan nada al respecto)”.
Explicaron que algunas solicitudes se rechazaron por haberse hecho sólo por correo electrónico. “En el aviso de rigor se informó que el retiro se debía ejercer de la forma en que señala el reglamento y que, atendido el actual contexto, los accionistas podían enviar su carta de retiro por correo electrónico, pero, sin perjuicio de que se tenía que cumplir con las formalidades legales antes señaladas”, añadió la forestal.
Masisa informó que en total, 46 accionistas cumplieron con dichas formalidades y sólo seis se limitaron a enviar un correo electrónico.
“Independiente de lo anterior, el 6 de julio hicimos una consulta específica a la CMF para que nos diga si corresponde o no pagar el derecho a retiro a estos accionistas que no cumplieron con las formalidades del reglamento y sólo se limitaron a enviar un correo electrónico. La CMF aún no ha respondido”, añadieron.
La operación que motivó el desacuerdo
El 20 de marzo de 2020, Masisa firmó un acuerdo con Forestal Tregualemu, sociedad cuyos socios son Global Forest Partners LP y Public Sector Pension Investment Board, para la venta de sus activos forestales en Chile en US$ 350 millones.
La operación implicó la venta de aproximadamente 78.220 hectáreas de activos forestales ubicados en Chile de propiedad de Masisa. De ese total, unas 49.939 hectáreas se encuentran plantadas y 5.198 son plantables.
Asimismo, unas 6.124 hectáreas son de bosque nativo, 438 hectáreas están ubicadas en San Isidro, con un vivero con una capacidad de producción de 11,8 millones de plantas al año.
Los fondos obtenidos por la venta de los activos forestales serán utilizados principalmente para el pago de deuda que tiene Masisa con sus acreedores financieros.