Wall Street vuelve a cerrar al alza ante mayor apetito por riesgo y de cara a un esperado indicador de precios
El Nasdaq trepó 0,7% y el S&P 500 ganó 0,6% en Nueva York, después de que el Euro Stoxx paneuropeo creciera 1,3% y el Hang Seng hongkonés avanzara 0,6%. El IPSA chileno cerró sin cambios.
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Wall Street volvió a ganar terreno este jueves ya despejándose las preocupaciones en torno al sector bancario y con la mirada más atenta al panorama de inflación, previo a conocer mañana un indicador de precios clave para determinar el curso de acción de la Reserva Federal.
El Nasdaq Composite trepó 0,73%, el S&P 500 ganó 0,57% y el Dow Jones subió 0,43% al cierre de la Bolsa de Nueva York, sellando una segunda jornada de ganancias. El bono del Tesoro a 10 años bajaba 1,3 punto base a 3,55%.
En Chile, el S&P IPSA cerró plano en 5.309,20 puntos. Esta mañana se dio a conocer que la tasa de desempleo aumentó a 8,4% en febrero, superando las estimaciones de los economistas consultados por Bloomberg.
Cruzando el Atlántico, el paneuropeo Euro Stoxx 50 creció 1,28%, el CAC 40 de París aumentó 1,06%, el DAX de Frankfurt avanzó 1,26% y el FTSE 100 de Londres sumó 0,74%.
Por el lado de Asia, el Nikkei 225 de Tokio bajó 0,36%, pero el Hang Seng de Hong Kong ganó 0,58% y el CSI 300 de China continental aumentó 0,81%.
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Esperanzas del mercado
"La confianza de los inversionistas se mantiene alta a pesar de las recientes turbulencias del sector financiero, ya que el apetito por riesgo se ve respaldado por la perspectiva de que los bancos centrales adoptarían una postura moderada, lo que constituye una buena excusa para impulsar al alza los índices bursátiles justo antes del final del trimestre", escribió en una nota el analista técnico de ActivTrades, Pierre Veyret.
"Sin embargo, el repunte actual se basa más en las expectativas que en los hechos y las medidas adecuadas, lo que significa que los índices de referencia podrían sufrir una fuerte caída si los bancos centrales (especialmente la Fed) decepcionaran a los inversionistas", agregó.
Esta mañana se publicó en Estados Unidos la tercera y última lectura del PIB del cuarto trimestre de 2022. La tasa anualizada del PIB se revisó a la baja en una décima a 2,6%, y en el subíndice de consumo personal, esta bajó cuatro décimas a 1,0%. Por otro lado, la variación del deflactor subyacente del PIB se subió en una décima a 4,4%.
"Los datos del PIB son retrospectivos por naturaleza, pero la caída podría sugerir que la economía está ligeramente menos sobrecalentada de lo que se pensaba, un buen indicio si se espera que la Fed considere una pausa en las subidas de tasas", escribió el senior trading strategist de TD Ameritrade, Alex Coffey.
Hubo números más frescos en el ámbito laboral. Las peticiones semanales de subsidios por desempleo fueron mayores a lo esperado en la última serie, y el promedio móvil de cuatro semanas se cifró en máximos desde el 21 de enero.
Los operadores han tendido a celebrar los indicios de flexibilidad en el mercado del trabajo, asumiendo que la Fed podría no restringir demasiado los créditos ante la menor presión inflacionaria y el peligro de dañar seriamente los niveles de empleo. A pesar del alza en las solicitudes, el mercado laboral se mantiene estrecho.
El candidato a robarse todas las miradas se publicará mañana viernes a las 9:30 de la mañana. Se espera que el índice deflactor de consumo subyacente -considerado el indicador de precios preferido por la Fed-, haya mantenido una variación anual de 4,7% en febrero. Vendrá acompañado de un índice de gestores de compras y la versión definitiva de la última encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan.
"Con tantos datos por delante, no sería sorprendente que los mercados muestren volatilidad mañana temprano, especialmente si los índices de consumo personal son más altos que lo esperado. Esto podría afectar tanto a los bonos del Tesoro como a las acciones growth", anticipó Coffey.
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Europa, ¿luz al final del túnel?
Respecto de la inflación europea, este jueves hubo sorpresas en ambos sentidos de acuerdo a los informes preliminares de marzo en España y Alemania, aunque en los dos casos los precios se desaceleraron.
La tasa anual del IPC español cayó a 3,3%, cifra seis décimas más baja que lo estimado y 2,7 puntos porcentuales menor a la de febrero. Por su parte, el IPC alemán arrojó una variación de 7,8% anual, tres décimas sobre lo esperado, pero 1,5 punto porcentual más bajo que la serie del mes anterior.
"La inflación general en Alemania cayó en marzo al nivel más bajo desde el último verano (boreal). Sin embargo, sigue sin haber indicios de una tendencia desinflacionaria más amplia, al margen de los precios de la energía y las materias primas", advirtió el jefe global de macroeconomía de ING, Carsten Brzeski, a través de una nota.