Los problemas del socio estadounidense de Bci en el negocio de medios de pago para registrar su marca en Chile
Evo Payments, con base en Atlanta, acudió al Inapi para registrar la marca "Snap" en el país.
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El año pasado, Bci anunció un joint venture con la firma estadounidense Evo Payments para lanzar un nuevo sistema de pagos en el país y entrar así en el negocio de la adquirencia.
Ambas compañías constituyeron la sociedad con la que operan llamada Pagos y Servicios SA, en la que el banco nacional posee el 49,9% de la propiedad, mientras que la empresa norteamericana el 50,1% restante.
De forma paralela, la firma con base en Atlanta inició el proceso para registrar algunas de sus marcas en el país, a través del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), con la representación del estudio jurídico Claro y Cía.
Lo anterior no ha estado exento de problemas, ya que el organismo estatal ha realizado observaciones a los mencionados registros, debido a la similitud de estas con otras marcas existentes en el mercado local.
Uno de ellos es respecto de la marca "Snap", el software de procesamiento de pagos de Evo Payments. Esta se registró con un logotipo descrito como "consistente en la palabra "Snap" en letras de fantasía de color negro, seguido de un diseño similar a una estrella".
El problema se da porque de acuerdo con el Inapi, "la marca solicitada presenta igualdad o semejanza gráfica y fonética y se presta para inducir a confusión, error y/o engaño respecto de la procedencia, cualidad o género de los productos, respecto a Snap Lab".
El organismo evalúa si hay o no un problema en este sentido de acuerdo a tres factores: la apreciación global, la primera impresión, y la búsqueda del elemento dominante "que impregna la visión de conjunto de una marca denominativa compuesta, a fin de compararla con otra".
La observación, efectuada el 12 de febrero, señaló que "en efecto, los signos en controversia presentan una configuración fácilmente confundible tanto desde el punto de vista gráfico como fonético, ya que no se advierten en la marca solicitada elementos que al confrontarla con el signo invocado en la observación, permitan distinguirla con un grado adecuado de independencia y fisonomía propia".
El Instituto agregó que "la marca solicitada en relación a las marcas registradas fundamento de la observación de fondo distinguen coberturas relacionadas por cuanto coinciden en cuanto a naturaleza, función o finalidad, destinatarios finales y canales de comercialización. Por tanto y teniendo en cuenta las semejanzas existentes entre los signos anteriormente examinados y a la luz de sus respectivos ámbitos aplicativos, se considera que su convivencia en el mercado generaría un evidente riesgo de confusión (asociación) para los consumidores".
El 6 de mayo pasado, y tras varios trámites, el organismo ratificó la observación.
"Se ratifica observación en los términos en que fue formulada toda vez que, a la relación de cobertura existente entre los signos, se suman las semejanzas gráficas y fonéticas, que ocasionarán toda suerte de errores o confusiones en caso de coexistir en el mercado", señaló.