La trastienda en Redbanc luego de conocer la filtración de tarjetas
El punto de partida fue una investigación policial por el robo de un POS. La firma ya inició la querella contra quienes resulten responsables.
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El más reciente evento de seguridad ligado a la banca empezó con el robo de un terminal POS a fines de mayo. Investigando a partir de este incidente, el OS9 de Carabineros allanó una vivienda de un sospechoso y encontró un dispositivo con información de tarjetas de crédito y débito, dicen conocedores del asunto. El individuo estaba ligado indirectamente a Redbanc.
Conocedores del caso señalan que el 6 de junio se descubrió el dispositivo, jornada en la cual la firma constató que la persona allanada se trataba de un trabajador externo, contratado por Redbanc para un proyecto de redes, pero que no formaba parte de la nómina de colaboradores de la firma. En ese momento, la sociedad de apoyo al giro bancario informó a los emisores de tarjetas del evento, además de los reguladores.
En los días siguientes, la compañía sostuvo reuniones con sus clientes y con reguladores de forma aislada, pero el martes 11 de junio fue el día clave, fecha en que hizo una reunión expandida para hablar del asunto.
Como se conoció ese día, la filtración de información afectó a 41.593 tarjetas de crédito y débito, sin embargo, sólo se han registrado 82 casos de fraude, por un monto total de $ 23 millones.
Fuentes conocedoras del asunto sostienen que la investigación policial sigue adelante, mientras que Redbanc ya inició el proceso de querella contra todos quienes resulten responsables, una acción judicial en las que algunos bancos están interesados en adherir.
Además, la sociedad contrató un perito forense para que revise la evidencia obtenida por el OS9 e indague al interior de la compañía las ramificaciones de la filtración.
A diferencia de otros eventos de seguridad que se han registrado en la banca en los últimos años, como los actos del grupo de hackers Shadow Brokers y el robo informático de US$ 10 millones a Banco de Chile, este evento no fue un ataque cibernético.
Cercanos al asunto señalan que las tarjetas en las que se cometió fraude se trata de plásticos más antiguos, de banda magnética y sin chip.
Consultado Redbanc sobre sus protocolos y políticas de inversión, no quiso referirse al asunto.