Expertos anticipan cuáles serán los mayores retos para la banca al aplicar los RCC
Clasificadoras de riesgo destacan que las entidades financieras tienen holguras para asumir un mayor requerimiento de capital.
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La aplicación de los requerimientos de capital contracíclicos (RCC) que activó el Banco Central aún está siendo digeridA por el mercado. Esto, pues se trata de la primera vez que se aplica esta herramienta macro prudencial que tiene la autoridad monetaria desde 2020, cuando entró en vigencia Basilea III.
Desde el ente rector han enfatizado que tiene una lógica preventiva, es decir, se activa cuando las condiciones financieras y la situación de los bancos lo permiten, generando mayor resiliencia en la economía.
Este requerimiento consiste en la acumulación de un "colchón" de capital para que esté disponible frente a escenarios de estrés severos. En este caso, con ese margen adicional se mitigan los impactos negativos ante una abrupta restricción de servicios, como la oferta de crédito.
En el plano internacional, los RCC han sido activados por Alemania, Suecia, Noruega, Dinamarca, Australia, entre otros países. A nivel regional, fue aplicado recientemente por Uruguay.
La legislación chilena faculta al Banco Central para pedir hasta un 2,5% de los activos ponderados por riesgo (APR) a capitalizar, pero decidió sólo hacerlo en un 0,5%.
Ante la decisión del Central, el socio de Valtin Consulting y economista de Clapes UC, Hermann González, destacó que la activación de la RCC “es una medida preventiva que se hace para tener una mejor capacidad de respuesta frente a un shock adverso y, si revisamos la información de los últimos meses, efectivamente han aumentado los riesgos externos”.
La socia de consultoría en riesgo para servicios financieros de EY, Marlene Devotto, resaltó que la medida busca “proteger la estabilidad financiera contra eventos y shocks macroeconómicos con mayores niveles de capital”.
Devotto recordó que la activación de esta herramienta combinada con las nuevas normativas ya existentes de Basilea III sobre capital y liquidez “busca reducir la probabilidad y severidad de crisis bancaria en el futuro ante situaciones adversas”.
Los desafíos
En términos de la capacidad de la banca para absorber estos mayores requerimientos, el gerente de riesgo de Humphreys, Hernán Jiménez, estimó que "es factible de ser abordada por el sistema financiero por cuanto sería de impacto acotado". Los cálculos de la clasificadora es que el sector requeriría inyectar US$ 1.200 millones.
En Feller Rate apuntaron que “los niveles de utilidad registrados y el stock de provisiones de la banca, constituyen fortalezas para adecuarse a cambios normativos y del entorno”.
Cabe recordar que la banca finalizó el año pasado con un récord de millonarias utilidades, alcanzando ganancias de US$ 6.396 millones, anotando un salto 26,80% en 12 meses de acuerdo a los datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Cuando llegue el minuto de comenzar a construir este colchón, Feller Rate precisó que cada entidad deberá determinar las acciones a seguir según sus estrategias de capital.
Por ejemplo, la clasificadora indicó que “si un banco tiene una amplia holgura del índice de adecuación de capital respecto al límite normativo, puede determinar no efectuar cambios en su nivel de capitalización. Mientras, hay otras instituciones que podrían requerir enterar capital si quieren mantener los espacio que tienen hoy o bien observan que su indicador estará más presionado a futuro. Otra estrategia podría ser ir ajustando los APR, ya que esto tiene efectos en la medición”.
González mencionó que “al tratarse de un instrumento nuevo, debe haber un aprendizaje y el mercado debe prepararse para potenciales alzas adicionales de los RCC”.
Al momento de constituir el capital, Devotto señaló que uno de los desafíos que tendrán los bancos es revisar sus planes de capital, incluyendo la consideración de este nuevo colchón.
Agregó que en la parte operacional, las entidades tendrán que desarrollar la metodología y, a su vez, incorporar a la gestión del negocio el impacto de este costo de capital. Junto con ello, ilustró que deberán ajustar los procesos de reportes de gestión y divulgación que serán necesarios incluir.
Jiménez ahondó que entre los principales retos para la banca “estaría el rentabilizar el eventual incremento de su patrimonio sin por ello asumir riesgos superiores al que exhiben actualmente”.