Detienen a exCEO de Wirecard: la firma de medios de pagos alemana que está en la mira del mercado
La compañía que llegó a ser vista como el futuro de las finanzas del país germano ha visto caer sus acciones un 75% luego del escándalo contable en que se ha visto envuelta y que hoy mantiene bajo arresto a su exCEO, Markus Braun.
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"Un símbolo de vergüenza nacional". Así han calificado algunos actores de la industria a Wirecard, compañía de medios de pagos alemana que prometía ser el futuro de las finanzas de aquel país luego de que en 2018 se posicionara como una tecnológica de gran éxito, llegando incluso a sustituir al Commerzbank en el selectivo de la bolsa de Fráncfort.
La firma, que liquida pagos electrónicos para grandes empresas y pagos realizados con tarjetas de crédito, a comienzos de 2019 había sido acusada por el diario británico Financial Times por supuestas irregularidades contables en Asia y blanqueo de dinero. Ahora, ha visto caer sus acciones en un 75% luego de que la auditora EY se negara a firmar sus cuentas del año pasado al no poder localizar 1.900 millones de euros informados en el balance de la empresa.
La situación se volvió aún más compleja cuando se señaló que el dinero se encontraba en cuentas de bancos filipinos, lo cual negó el mismo banco central de ese país, acusando incluso la falsificación de los documentos bancarios que indican de aquello. Luego, Wirecard informó a través de un comunicado que la suma, que representa aproximadamente una cuarta parte de sus activos, probablemente nunca existió.
Más tarde, la tecnológica, que entre sus clientes más recientes tiene al club de fútbol alemán Bayern Munich, al operador francés de telefonía Móvil Orange, y a la empresa sueca de muebles Ikea, retiró sus resultados financieros preliminares de 2019 y los del primer trimestre de 2020.
Estos hechos derivaron en una investigación en contra del exCEO de la empresa, Markus Braun, quien renunció a su cargo el viernes pasado y hoy fue arrestado por supuesto falseamiento de los ingresos de la empresa y manipulación del mercado, a fin de mostrar a Wirecard más sólida y atractiva a inversores y clientes, según informó la fiscalía alemana.
Todo lo ocurrido ha provocado además que la calificación crediticia de la compañía se haya degradado al nivel de bono basura, de acuerdo a la medición de riesgo realizada por la agencia Moody's, que no descartó la posibilidad de seguir rebajando la calificación de la tecnológica.
Por último, la situación también ha llevado a que importantes prestamistas de la firma alemana, como el Banco de China, estén discutiendo la posibilidad de poner fin a sus líneas de crédito, complicando aún más la lucha de Wirecard por sobrevivir al escándalo contable.