La banca continúa sintiendo el efecto de la crisis económica y sanitaria, lo que se ha visto reflejado en el aumento de sus gasto en provisiones, que son los recursos que destinan las entidades financieras para cubrir los eventuales impagos de sus deudores.
De acuerdo con datos disponibles en la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) a mayo, el gasto en provisiones del sistema alcanzó los US$ 2.119,9 millones. Esto significó un aumento de 52,70% respecto del mismo período de 2019 y un incremento de 6,26% en comparación a lo registrado en abril.
Según un informe de la consultora DVA Capital lo anterior también se reflejó en que el gasto por provisiones representó el 1,71% de la cartera bruta del sistema, mostrando un aumento de 60 puntos base respecto al año anterior y seis puntos base respecto a abril de este 2020.
Los factores del alza
Para la analista de bancos de DVA Capital, María Ignacia Gibson, el estallido social y la crisis del coronavirus provocaron el aumento de las provisiones.
“Las principales variables macroeconómicas, como el Producto Interno Bruto (PIB) y el empleo, se han visto impactadas negativamente. En este sentido, la elevada tasa de desempleo publicada ayer por el INE es sin duda algo que está afectando la capacidad de pago de las personas, y es una variable crítica para los modelos de provisiones de los bancos”, explicó.
Cabe destacar que este ítem ya había subido 51,1% en abril de este mismo ejercicio, cuando se registraron US$ 1.653,1 millones en provisiones.
A su vez, la actual situación también ha mermado los resultados de los bancos, que a mayo fueron de US$ 1.168,4 millones, un 19,47% menos que en el mismo período de 2019 y 49,01% inferior que en abril pasado.
Aumenta la cartera deteriorada
Al mismo tiempo que los bancos elevan su gasto en provisiones, casi todos los indicadores de cartera deteriorada, -que comprenden los créditos de los clientes sobre los cuales la banca tiene evidencia de que no cumplirán con sus obligaciones pactadas inicialmente-, han mostrado un aumento en los primeros cinco meses de 2020 en comparación a igual fecha del año anterior.
Mientras que esta cartera representaba 4,99% del total de colocaciones del sistema al quinto mes de 2019, en este 2020 alcanzó 5,22%.
De forma desagregada, la cartera deteriorada en el segmento comercial pasó de 4,53% a 4,63%; de 5,74% a 6,17% en personas; y de 6,87% a 8,62% en consumo.
Por el contrario, la cartera hipotecaria fue la única que disminuyó su deterioro en un año, con 5,16% a mayo de 2019 versus 5,09% al mismo mes de este año.
Respecto de la morosidad de 90 días o más, los indicadores también mostraron alzas. El porcentaje sobre colocaciones en esta situación fue de 2,07% a mayo de este 2020, versus el 1,94% al mismo mes del año pasado.
En la cartera de clientes comerciales del sistema bancario, el indicador pasó de 1,71% a 1,79% en un año; en personas de 2,28% a 2,50%; en consumo de 2,16% a 2,78% en el mismo período; y en vivienda de 2,35% a 2,38%.