Bancos resienten menor dinamismo económico: caen utilidades y créditos continúan a la baja
Las ganancias del sector en julio fueron de US$ 383 millones. El flujo de nuevos préstamos de consumo cayó 10,5% entre mayo y julio.
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Los principales indicadores de la banca siguen reflejando el menor dinamismo económico del país. Este jueves, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó los resultados de la industria, que si bien obtuvo ganancias por US$ 383 millones en julio, éstas experimentaron una disminución de 27,52% en 12 meses.
Las razones de esta caída se debieron a los menores márgenes de intereses y reajustes, como también un mayor gasto por pérdidas crediticias, según explicó la CMF.
En lo que va del año, las utilidades acumuladas de la industria se ubican en los US$ 3.100 millones, casi un 30% de lo reportado a igual fecha en 2022.
Actividad crediticia
La Asociación de Bancos (ABIF) informó, en base a las estadísticas de la CMF, que el crédito continúa mostrando un bajo dinamismo, en línea con el ciclo contractivo de la economía. De hecho, las colocaciones totales retrocedieron 3,4% en un año.
A nivel de cartera, los préstamos comerciales alcanzaron un promedio mensual de US $ 8.799 millones en el trimestre comprendido entre mayo a julio. Esta cifra se ubicó en un 8,9% por debajo de lo registrado en igual período del año 2022.
La ABIF sostuvo que el flujo de colocaciones a grandes corporaciones -que representa más de 95% del flujo total- hoy se encuentra en torno a su nivel pre pandemia. En contraste, el flujo de préstamos a MiPYME está aproximadamente un 50% inferior.
El gremio estimó que los nuevos recortes de política monetaria que haría el Banco Central, “podrían generar un nuevo impulso al crédito comercial, especialmente en productos rotativos y créditos de corto plazo”.
Ciclo contractivo
La menor actividad se replicó en la cartera de consumo. La banca indicó que es un resultado “coherente con el ciclo contractivo de la economía y la caída del consumo agregado, particularmente de bienes durables”.
El flujo de nuevos créditos en cuotas también ha venido disminuyendo durante los últimos dos años, alcanzando en el trimestre móvil de mayo a julio un promedio mensual de US$ 877 millones, esto es, un 10,5% menos que en igual período del año previo.
La ABIF expuso que el saldo de colocaciones de consumo registró en julio una variación negativa en 12 meses, retrocediendo 3,1% sin reflejar aún el repunte de la masa salarial, la cual presenta un aumento real anual de 5,6%, al cierre del segundo trimestre.
Un escenario distinto presentó la cartera hipotecaria. En el trimestre de mayo a julio, el flujo de nuevos préstamos registró un repunte, alcanzando un promedio mensual de US$ 809 millones, cifra 10,5% mayor a la de igual período de 2022, aunque todavía casi 30% por debajo de los niveles pre pandemia.
“En este repunte influirían positivamente el retroceso gradual de la inflación, la disminución en el margen del precio de las viviendas y la recuperación de las remuneraciones reales y de la masa salarial, entre otros aspectos”, dijo la ABIF.
En cuanto a los niveles de morosidad, se mantuvieron estables en sus márgenes, tras meses al alza.