Banco Central y el RCC: "El objetivo es que el capital adicional pueda ser liberado en situaciones de disrupción financiera relevantes"

Uno de los capítulos especiales que dedica el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2023 corresponde al Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) que sorpresivamente activó ayer el Banco Central. 

El IEF indica que la conducción de política financiera a través de medidas macroprudenciales ha adquirido mayor relevancia en los últimos quince años, tanto en la cantidad de herramientas disponibles, como en el número de países que hacen uso de ellas.

Desde la crisis financiera global, se observó que la mayoría de los países implementaron y activaron distintas herramientas macroprudenciales, aplicando requerimientos progresivamente más exigentes -en parte debido a la implementación gradual de Basilea III- para aumentar la resiliencia de sus sistemas financieros.

"Durante ese período, el shock de la pandemia del Covid-19 motivó una relajación generalizada de un amplio set de medidas macroprudenciales en diversas jurisdicciones, con el fin de otorgar espacio para que los agentes financieros pudieran acomodar el shock minimizando la amplificación de este, ilustrando así la lógica contracíclica o precautoria de este marco de política", sostiene el IEF.

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Experiencia externa

Según el BC, la experiencia internacional sugiere que un espectro cada vez más amplio de fundamentos de política estaría guiando la implementación del RCC.

"El objetivo central de esta herramienta macroprudencial es acumular un requerimiento de capital adicional que pueda ser liberado en situaciones de disrupción financiera relevante, buscando de esta forma mantener una provisión de crédito y otros servicios bancarios a través del ciclo financiero".

De acuerdo al IEF, si bien este objetivo se ha mantenido invariable a través del tiempo, ha ido evolucionado el entendimiento respecto al período apropiado para acumular este requerimiento adicional de capital. Originalmente, se consideraba que la herramienta debía ser activada durante “períodos de crecimiento excesivo del crédito”, buscando un segundo efecto de atenuación de acumulaciones de riesgo sistémico.

Sin embargo, afirmó el Central "en la práctica se ha optado por acumular este buffer en cuanto sea posible, aumentando la resiliencia de la banca sin que necesariamente se observen aumentos excesivos en el ciclo del crédito".

Por último, el BC señaló que la decisión tomada ayer no está aislada de lo que ocurre en otros mercados. "Desde el IEF anterior, algunas jurisdicciones anunciaron o hicieron efectivas activaciones del RCC. Según el BIS y ESBR, en los últimos seis meses, 22 de los 49 países para los que hay información han decidido activar por primera vez, mantener una activación realizada con anterioridad, o continuar con un proceso gradual de incremento del cargo de capital contracíclico", explicó.