Al menos 107 personas murieron y 34 resultaron heridas en el
terremoto que hoy sacudió el suroeste de China, una cifra de víctimas que
podría aumentar en las próximas horas dado que al menos 900 estudiantes se
encuentran sepultados en una zona afectada por el seísmo, informó la agencia
oficial, Xinhua.
Un instituto de secundaria se derrumbó en la ciudad de
Dujiangyan, a unos 50 kilómetros del epicentro (localizado en Wenchuan,
provincia de Sichuan) y una de las más afectadas, y bajo sus escombros quedaron
sepultados 900 estudiantes, de los cual han muerto al menos seis, según las
últimas informaciones.
Otras diez personas han muerto en la provincia noroccidental
de Gansu, en las localidades de Pingliang y Longnan, al derrumbarse varios
edificios.
Asimismo, cuatro niños murieron en la municipalidad de
Chongqing, al este de Sichuan, al derrumbarse otra escuela, mientras que otro
de los fallecidos de los que se conocen detalles murió en Mianyang (provincia
de Sichuan) al derrumbarse un depósito de agua.
Unidades del Ejército de Liberación Popular (ELP) han sido
enviados a las zonas afectadas, a las que ha viajado el primer ministro chino,
Wen Jiabao, para coordinar las labores de rescate.
El seísmo se ha sentido en gran parte de Asia Oriental. En
Pekín y Shanghai muchas personas salieron de sus casas por temor al terremoto y
algunos edificios de oficinas fueron evacuados.
En ciudades como Chongqing, con 13 millones de habitantes,
prácticamente todo el mundo se ha echado a la calle por temor al derrumbe de
sus casas en una localidad donde la mayoría de las construcciones son de gran
altura, pero no están preparadas para los seísmos.
Numerosas de esas construcciones presentan grietas tras el
seísmo y algunos testigos aseguraron que varias de ellas se derrumbaron.
El terremoto, que se produjo a las 14.28 hora local (6.28
GMT) es uno de los peores registrados en el país asiático en 30 años y los
temblores han provocado que millones de personas salieran a la calle.