El discurso del nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa, puede no convencer al mercado financiero, que lo ve como el ideólogo de la desastrosa “nueva matriz macroeconómica”, pero reúne algunos de los temas que la gran mayoría de economistas vienen defendiendo: reformas estructurales, límites al gasto público y más responsabilidad fiscal. La ganancia de credibilidad, dice, vendrá del resultado. En este punto, el nuevo ministro sabe que corre contra el tiempo: “sabemos que tenemos que avanzar rápidamente y presentar medidas en el primer trimestre de 2016”, dice a Valor.
- ¿El gobierno va a cumplir la meta del superávit de 0,5% del PIB aprobada por el Congreso?
- Vamos a tomar todas las acciones necesarias para cumplir la meta de 0,5%.
- ¿Cómo será posible restaurar la credibilidad del gobierno?
- La credibilidad será en función del resultado. Es importante valorar los resultados que ya fueron obtenidos este año. Es bueno recordar que hicimos un esfuerzo fiscal que debe llegar a 134 mil millones de reales entre reducción de gastos y recuperación de ingresos. La mayor parte fue una reducción de gastos. En términos reales, los costos deben cerrar el año prácticamente igual a 2010.
- Pero el déficit se mantiene...
- Desafortunadamente, pese a todo el esfuerzo, no fue posible llegar a las metas presentadas inicialmente para este año porque hubo una gran desaceleración de la actividad. El crecimiento se desaceleró más rápido de lo que todos esperaban, no sólo el gobierno, basta con ver la reducción de expectativas del mercado desde enero hasta hoy. Pero es importante resaltar que, en este escenario se tomaron acciones.
- ¿Cómo va a comprar tiempo para implementar el ajuste fiscal de forma gradual?
- No se trata de que uno escoja el gradualismo. Avanzamos lo máximo que pudimos en los últimos doce meses en los gastos discrecionales. Ahora tenemos que avanzar en los gastos obligatorios, lo que va a exigir una modificación legal y una constitucional. Eso impone el gradualismo, la necesidad de enviar propuestas legislativas, negociarlas y aprobarlas en el Congreso.
- Usted habla de estabilizar la economía para después retomar el crecimiento ¿cómo?
- Por el lado de la demanda, tenemos un aumento del saldo comercial que debe cerrar por encima de US$ 16 mil millones, muy superior a lo que se esperaba a principios de año. Eso contribuye al crecimiento de la economía, pero no es suficiente. Es crucial construir las condiciones para el aumento de la inversión y eso pasa por el reequilibrio fiscal, una mayor previsibilidad macroeconómica, reducción del riesgo sistémico de la economía y por crear condiciones de inversión para el sector privado, atraer capital externo y doméstico para diversos programas de inversión.
- ¿La rebaja del grado de inversión no perjudicó este repunte?
- La revalorización de la nota de crédito de Brasil siempre termina perjudicando en el corto plazo la evaluación del riesgo, aumentando el costo financiero de las inversiones, pero tengo certeza de que, tomando las acciones necesarias, esas evaluaciones podrán ser revertidas con una mejora de los números fiscales y una mejora del crecimiento.
Mercado vio cambio como giro del gobierno a la izquierda
DÓLAR SUPERÓ LA BARRERA DE LOS 4 REALES Y LA BOLSA SE HUNDIÓ A MÍNIMOS DESDE ABRIL DE 2009
El cambio del ministro de Hacienda trajo de vuelta la aversión al riesgo al mercado brasileño. El índice Bovespa cerró con una caída de 1,62%, a 43.200 puntos, su menor nível desde el 1 de abril de 2009. La tendencia se profundizó cuando el nuevo secretario de Estado se encontraba precisamente hablando con los inversionistas en una teleconferencia. Aunque reafirmó el compromiso con la política económica que defendió su predecesor, Joaquim Levy, el mercado ve al nuevo ministro como menos determinado a concretar el ajuste fiscal. La cotización del dólar, en tanto, cerró ayer por encima de los 4 reales, algo que no ocurría desde el 29 de septiembre. La designación de Barbosa, que fue leída por el mercado como "un giro del gobierno hacia la izquierda", fue el principal argumento para ese movimiento. El dólar comercial cerró la sesión a 4,0234 reales, un incremento de 1,99%. En medio del cambio de gabinete, las proyecciones de los economistas recogidas por la encuesta del banco central siguieron empeorando. Los expertos prevén ahora que la inflación llegará a 6,87% en 2016, desde el 6,80% de la semana pasada, mientras que el pronóstico para el PIB pasó de una caída de 2,67% a 2,80%.