Al igual que en 2014, el año en que Argentina entró en default, la mirada del mercado este año se centrará en lo que podría ser el capítulo final de la saga holdout, la cual permitirá al país reinsertarse en los mercados internacionales, recuperar el estatus de país emergente e impulsar el ingreso de capitales para reactivar el crecimiento.
Desde el mercado sostienen que la negociación con los acreedores que decidieron no entrar a los canjes de deuda tomará al menos la primera mitad del año y que las partes podrían alcanzar una solución entre el segundo y tercer trimestre. Para entonces, el gobierno deberá desembolsar al menos US$ 11.000 millones para financiar el acuerdo, estimó Bank of America.
“Creo que la expectativa se ha movido hacia el segundo trimestre. El mercado asigna altas chances a un acuerdo, cercanas a 90%. No hay un consenso respecto a la quita, aunque en general esperan que sea en el orden de 20%, que es lo que pensamos que Elliot y Aurelius pueden llegar a aceptar”, dijo Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente.
Un riesgo potencial en este frente, según Bank of America, es que el Congreso no apruebe las leyes necesarias para que el gobierno acuerde con los holdouts. Sin embargo, desde el banco creen que el presidente Mauricio Macri tiene poder de negociación con los gobernadores.
Por su parte, los nuevos compradores de deuda en default que impulsaron los precios tras la victoria de Macri ahora aguardan una solución con la expectativa de obtener ganancias con sus títulos.
El éxito del litigio contra Argentina supondría un precio de US$ 320, según Michael Roche, de The Seaport Group. Los valores de los títulos denominados en dólares que antes de las elecciones rondaban los US$ 155 escalaron a US$ 203 tras el balotaje. “Se rumoreaba que los demandantes se conformarían con una quita de 30% menor a su reclamo total o en la zona de los US$ 224. Esta zona de los US$ 220 es donde los compradores están basando sus decisiones y es por eso que el ritmo de avance de los precios ha disminuido mucho, ya que es evidente que existe el riesgo de que este sea el resultado”, agregó Roche.
Inflación a un dígito
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, dijo que el gobierno prevé una inflación de “20% a 25%” este año y consideró que en la futura negociación salarial los gremios verán hasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleo. “Yo estoy preocupado por la inflación”, sostuvo Prat Gay, en diálogo con el canal América y puntualizó que “aspiramos a que a lo largo del mandato la llevemos a un dígito”.