Mientras la Justicia analiza incluirlo en uno de los expedientes vinculados al triple crimen de 2008 a raíz del tráfico de efedrina, en plena campaña electoral Aníbal Fernández se defendió de las acusaciones y anticipó que ampliará la denuncia que presentó tras la difusión de un informe del programa Periodismo para Todos.
El precandidato a gobernador de Buenos Aires vuelve a estar en la mira de la Justicia luego de la declaración de Martín Lanatta, condenado a cadena perpetua por el asesinato de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón. Según declaró Lanatta, Fernández fue jefe encubierto de la banda que controlaba el negocio de la reexportación de efedrina a México.
El fiscal Gerardo Pollicita analiza sumarla a las acusaciones en contra del funcionario que existen en el marco de la denuncia presentada por la diputada Elisa Carrió en 2013 ante el juez Norberto Oyarbide, y que tramita Pollicita, por los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario y encubrimiento.
La causa central por el triple crimen condenó a Lanatta como uno de los autores materiales del homicidio, junto a su hermano Cristian y a Marcelo y Víctor Schillachi.
La causa abierta contra Aníbal Fernández por Carrió es por haberles dado, supuestamente, protección política. Además, la precandidata a presidente pidió a Pollicita y a la jueza María Servini de Cubría que no descarten llamar a indagatoria al funcionario en las investigaciones que llevan adelante. Pollicita instruye la citada causa por encubrimiento, mientras que Servini tiene a su cargo un expediente por falta de controles a la exportación de efedrina en la que procesó al ex titular de la Sedronar Juan Carlos Granero.
En paralelo, Fernández apuntó contra Carrió por extorsión, ya que parte del informe se filmó en la casa de la diputada.