Avanza en el gobierno el proceso de sustitución del ministro de Hacienda, Joaquim Levy, con el consiguiente cambio en los lineamientos de la política económica. La sucesión debe tener lugar en enero, de acuerdo a fuentes de la coordinación política y la dirección del PT, pero el cambio podría ser adelantado a diciembre en caso de empeoramiento de la crisis política y económica.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y ministros del núcleo político han intensificado en las últimas semanas sus esfuerzos para convencer a la presidenta Dilma Rousseff de que nombre al ex presidente del Banco Central Henrique Meirelles en sustitución de Levy.
Correspondería a Meirelles aplicar el modelo de política económica defendido abiertamente por Lula, lo que implica la reanudación del crédito con un aumento en el consumo interno y la liberación de los préstamos internacionales para los Estados, una demanda de los gobernadores junto con el Ministerio de Hacienda.
Lula y los ministros del núcleo más cercano a la presidenta han hablado con Rousseff semanalmente sobre la necesidad de acelerar el reemplazo para la reanudación del crecimiento económico.
Fue Lula quien convenció a Dilma de recibir al ex ministro Antonio Palocci, hace 15 días, en la Granja do Torto. En esa reunión, Palocci -que fue contemporáneo de Meirelles en el equipo económico del gobierno de Lula- apoyó la recomendación del ex presidente del BC como sustituto de Levy, informaron a Valor dos fuentes.
Al menos tres factores justifican una menor resistencia de Dilma a Meirelles: la crisis económica está empeorando, el agotamiento de las medidas de reequilibrio fiscal de Levy y la falta de nombres que estén dispuestos a aceptar el cargo.
Emisarios de Lula sondearon, en vano, otros nombres para la sucesión de Levy. El perfil buscado era un empresario conocido, cuyo nombre tenga aceptación instantánea en el mercado.