El gobierno argentino revisará los 64.000 contratos de trabajo que tiene hoy el Estado y miles de concursos que están prácticamente terminados en busca de “ñoquis”, en el marco del “Plan de Modernización” que impulsa el ministro del área, Andrés Ibarra, para “construir un Estado fuerte, solidario y ágil al servicio de todos los ciudadanos”. Como “ñóquis” se conocen en Argentina a los empleados públicos que han recibuido un cargo como pago por favores políticos y que cobran un sueldo sin desempeñar sus funciones.
“El Estado tiene hoy 64.000 contratos, de los que en los últimos tres años se han incorporado alrededor de 24.000, lo que marca un crecimiento de más del 50% (…) Le hemos pedido a cada una de las áreas que evalúen la situación de esos contratos y vean si efectivamente corresponden y están cumpliendo funciones”, anunció ayer el ministro.
Ibarra, prometiendo un proceso de evaluación “absolutamente profesional”, afirmó que en caso de encontrar “situaciones ilegítimas” y que no estén trabajando, “van a cesar automáticamente”. Además, se renovarán los contratos de los últimos tres años durante tres meses y los anteriores durante un año, para, en ese período, “revisar los casos” y “analizar la viabilidad”.
No más cortes de rutas
Por primera vez en una década, el gobierno argentino celebró ayer reunión de gabinete. El encuentro ministerial fue, además, el primero que se convoca después de que Mauricio Macri asumiera como presidente el 10 de diciembre.
Tras la reunión, la vicepresidenta, Gabriela Michetti, acompañada por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, lamentó que “hace mucho tiempo” el Estado abandonó su rol “de regular entre dos derechos que se colisionan”, el de la protesta y el de circular libremente.
Sostuvo que el desalojo del grupo de ex trabajadores de la quebrada avícola Cresta Roja que desde hace días protestaban en la autopista Riccheri, marca la recuperación del rol del Estado de regular entre los dos derechos. “Alguien tiene que regular, porque si no estamos en la ley de la selva y el más fuerte o el más patotero termina imponiéndose”, apuntó la vicepresidenta. “No vamos a colisionar ni a tapar el derecho a protestar, lo que vamos a hacer es que se vea enmarcado en no violentar la libre circulación. Por eso se está trabajando en un protocolo que nos permita como Estado poder hacer ese ejercicio de la responsabilidad”, afirmó, ratificando al mismo tiempo que el gobierno está trabajando en una suerte de protocolo para enmarcar las protestas.
MOODY'S PODRÍA SUBIR NOTA DE ARGENTINA Y BAJAR LA DE BRASIL
Según aseguró el máximo analista de crédito soberano de Moody's, la agencia calificadora podría considerar una subida en la nota de Argentina si el país es capaz de resolver, bajo el gobierno del nuevo presidente, Mauricio Macri, sus disputas con los tenedores de bonos no reestructurados. Alastair Wilson, jefe de soberanos de Moody's, dijo a Reuters que un interrogante clave para el rumbo de Argentina es si Macri puedrá llevar al país de vuelta a los mercados de endeudamiento al terminar una década de disputas con acreedores holdouts, que rechazaron los términos de reestructuraciones de deuda realizadas por el país en 2005 y 2010. "Si pueden solucionar esto, ciertamente sería un paso muy positivo", dijo Wilson. De lograrlo, señaló que la calificación soberana del país podría subir entre tres y cuatro escalones con el tiempo, a un "punto alrededor" de la parte alta de la nota B. Por otro lado, el economista apuntó que es probable que Moody's siga los pasos de Standard & Poor's y Fitch y recorte la nota de Brasil a nivel especulativo.