Un análisis realizado por el instituto de estudios Ipsos sobre los diversos sondeos (trackings) que aplica mensualmente muestra un deterioro generalizado de los índices que miden el clima de la opinión pública, aunque las condiciones que llevaron a los manifestantes a salir a las calles en 2013 por ahora no existen. Es el aumento del desempleo, en opinión del director del instituto, Dorival Mata Machado, lo que podría desencadenar nuevos movimientos. Apenas un tercio de los brasileños dicen sentirse seguros de su empleo actualmente y el indicador que apunta a ese resultado se está deteriorando rápidamente.
"Lo que precedió a las manifestaciones de 2013 y del comienzo de este año fue la rápida caída de la esperanza. Eso no está ocurriendo ahora", explica Mata Machado. "Las personas están inseguras con el empleo, pero tienen más que esperanzas, tienen fe de que la crisis es pasajera", agrega. El concepto denominado como "esperanza" en la encuesta de Ipsos mide las expectativas de la población en relación con la economía y es una de las vertientes que componen el Índice Primario de Sentimiento del Consumidor.
El análisis del monitoreo mensual de Ipsos muestra un rápido deterioro en ese indicador tanto en el período pre junio de 2013 como a comienzos de este año, antes de las manifestaciones de marzo.
Eso no está ocurriendo ahora. "Existe poco espacio para caer más allá de la percepción actual. El problema es que existe un desaliento en el aire que impide que las personas incluso reclamen", señala.
Mata Machado cita diversos índices que muestran que el brasileño se mantiene entre los más optimistas en su expectativa para la economía en los próximos seis meses, aunque se ubica en el último lugar en cuanto a la percepción actual de la economía.