El presidente de Paraguay, Nicanor
Duarte, presentó hoy ante el Congreso su carta de renuncia al cargo
para poder asumir, el 1 de julio próximo, un escaño en el Senado.
La carta con la renuncia fue presentada por el propio Duarte en
la sede del Congreso, que debe reunirse mañana en una sesión
plenaria de los 45 senadores y 80 diputados para votar su
aceptación.
Gran parte de la oposición parlamentaria y algunos legisladores
del oficialista Partido Colorado ya anunciaron que no asistirán a
esa sesión para evitar que exista quórum y así obligar a Duarte a
cumplir su mandato hasta el 15 de agosto próximo, cuando asumirá la
jefatura del Estado el ex obispo Fernando Lugo.
Además, la oposición, contraria a que Duarte asuma su escaño en
la Cámara Alta, considera que el gobernante quiere ampararse en los
fueros como senador para evitar ser llevado a los tribunales ante
eventuales denuncias de corrupción.
Duarte, rodeado de colaboradores, recorrió a pie los pocos
centenares de metros que separan el Palacio de Gobierno y el
Congreso para entregar personalmente la carta al titular del
Parlamento, Miguel Abdón Saguier.
En los últimos días, Duarte ha insistido en que Lugo, quien
considera que el todavía presidente tiene derecho a asumir un escaño
como senador electo, tiene el poder político para que acepten en el
Congreso su renuncia los legisladores del Partido Liberal Radical
Auténtico (PLRA), así como de otras agrupaciones que lo llevaron al
triunfo en los comicios del 20 de abril pasado.
El jefe de Estado amenazó al próximo Gobierno con que si la
oposición no aceptan su salida bloqueará las tareas del equipo de
transición que coordina el traspaso de poder en los ministerios y
que se encarga del acto de investidura de Lugo.
Por su parte, Lugo indicó que no ejerce ningún poder en el actual
Parlamento y que solo cuando asuman los nuevos congresistas la
Alianza que le llevó al poder tendrá representación en el Congreso.
A diferencia de los opositores, Lugo sostiene que Duarte "fue
elegido en elecciones abiertas" y que "no se le debería negar" el
derecho de asumir su banca en el Senado.
Si el Congreso aprueba la dimisión, Duarte, que asumió en agosto
de 2003 y a quien algunos de sus correligionarios le responsabilizan
de la derrota "colorada" tras 61 años en el poder, será reemplazado
por el vicepresidente, Francisco Oviedo.