El precio medio de las viviendas
unifamiliares en las grandes ciudades de Estados Unidos ha caído en
el último año el 12,7%, mientras se ha duplicado el número
de familias que no puede pagar su hipoteca y corren el riesgo de
perder su casa.
Standard & Poor's publicó hoy los datos correspondientes a
febrero de su índice Case-Shiller, con el que hace un seguimiento de
la evolución de los precios de las viviendas unifamiliares ya
construidas desde comienzos de la década.
Aunque la caída media en las veinte mayores áreas metropolitanas
entre febrero de 2007 y de 2008 fue del 12,7% (la más
pronunciada desde que se elabora el índice), los datos reflejan que
en las diez principales ciudades el descenso fue del 13,6 por
ciento, también la cifra más alta.
En total, diez de las veinte mayores áreas metropolitanas
registraron descensos superiores al 10 por ciento, con Las Vegas
(-22,8%), Miami (-21,7), Phoenix (-20,8%) y Los Ángeles (-19,4%) a
la cabeza.
De las veinte áreas analizadas sólo Charlotte, en Carolina del
Norte, logró que sus precios no cayeran, mientras que en 17 de ellas
se batieron récords de descensos.
La caída registrada en febrero tiene lugar después de que en
enero fuera del 10,7% y en diciembre del 9,1%.
"En estos números no se ven síntomas de final" en la caída,
aseguró al presentar los datos el presidente del comité de índices
de S&P, David Blitzer, quien destacó que las veinte áreas
metropolitanas estudiadas acumulan ya seis meses consecutivos de
descensos con respecto al mes anterior.
Incluso en Nueva York, que algunos expertos ven inmune al
estallido de la burbuja inmobiliaria, los precios de las viviendas
unifamiliares ya construidas descendieron el 6,6% anual,
mientras que en Washington cayeron el doble.
Por otra parte, la consultora inmobiliaria RealtyTrac informó hoy
de que más de 155.000 familias estadounidenses han perdido sus
hogares en el último año por no poder pagar sus hipotecas.
Además, durante el primer trimestre del año se enviaron
notificaciones relacionadas con impagos hipotecarios a 650.000
hogares, lo que supone un incremento del 112% respecto a
un año antes.
Así, en los tres primeros meses del año, en una de cada 194
viviendas estadounidenses se recibieron notificaciones de ese tipo,
desde avisos de falta de pago hasta comunicaciones de subasta del
inmueble o recuperación por el banco.
Éste es el séptimo trimestre consecutivo en que aumentan las
familias que corren el riesgo de perder su vivienda, según la
consultora inmobiliaria.
Su vicepresidenta de Marketing, Rick Sharga, explicó hoy que "lo
que habitualmente alivia esta situación de ejecuciones en unas
condiciones normales de mercado es que la gente empiece a comprar
viviendas otra vez".
Sin embargo, las reticencias a conceder nuevas hipotecas, debido
a la crisis crediticia que vive el mercado financiero
estadounidense, está "ralentizando" ese proceso.
"Es un círculo vicioso que va a ser difícil de romper y estamos
seguros de que el momento de ruptura aún no ha llegado", añadió.