El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la
ONU anunció hoy que puede verse obligado a
retirar la ayuda alimentaria a 100.000 niños en todo el mundo si no consigue en
breve US$ 755 millones para hacer frente al alza de los precios.
La jefa del PMA, Josette Sheeran, dijo hoy que la petición de US$ 500 millones
que hizo a los donantes del organismo en marzo para poder mantener los
proyectos se ha quedado corta con las últimas subidas de los precios de la
comida.
El agujero se ha agrandado hasta los US$755 millones, explicó Sheeran en una
intervención en el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS, en
inglés), un instituto independiente de Washington.
Si la ayuda internacional no se materializa, la agencia se podría ver obligada
a suspender la comida que reciben en la escuela 100.000 niños en todo el mundo,
reveló.
Sheeran explicó que el PMA puede comprar un 40% menos con su actual
presupuesto, debido a que en dos meses el precio del arroz ha subido un 75%,
mientras que el trigo se ha elevado un 120% en un año.
A su juicio, la escalada se debe al aumento del consumo de carne en China, el
alza del petróleo, que encarece los fertilizantes y el transporte, el boom de
los biocombustibles y el cambio climático, que causa más inundaciones y sequías.
Sheeran apuntó, con preocupación, que en África "muchos campesinos están
plantando menos, en lugar de más, porque no pueden pagar los
fertilizantes".
Eso significará menos cosechas en el continente más vulnerable a la hambruna.
Sheeran también criticó los controles de precios en países como Argentina,
Vietnam y China, que, según dijo, "no alimentan a los hambrientos, sino
que alimentan la crisis".
La jefa del PMA alertó de que esas medidas pueden desincentivar la siembra de
tierras y agravar los problemas en el resto del mundo.
Argentina, por ejemplo, ha impuesto gravámenes a las exportaciones de granos,
con el objetivo de que el cereal se quede en el país y baje su precio a nivel
interno.
No obstante, eso hace que el suministro mundial sea menor, en un momento en el
que los aumentos extraordinarios de precios han provocado disturbios en una
docena de países, desde Indonesia, hasta Mauritania, Costa de Marfil y México.
En Haití las protestas por el aumento del coste de la vida causaron cinco
muertes este mes.
La directora, quien era secretaria adjunta de Estado de asuntos económicos y
agrícolas de EE.UU. antes de ocupar el máximo cargo del PMA hace un año, dijo
que en lugar de "medidas generalizadas" para impedir la subida de los
alimentos, los países deberían dar ayudas en efectivo a los pobres, como ya
ocurre en México e Indonesia.
También puso el ejemplo de Etiopía, donde el gobierno ha anunciado que
subsidiará el trigo por un período definido de tiempo.
Las palabras de Sheeran llegan después de que la semana pasada el Fondo
Monetario Internacional (FMI) también instara a los países miembros durante su
asamblea semestral a levantar las restricciones a las exportaciones de
alimentos, por su impacto sobre el precio mundial.
En cambio, Martín Lousteau, ministro de Economía de Argentina, defendió la
política de su gobierno en un discurso ante el Comité Monetario y Financiero
del FMI, el órgano que fija la estrategia del organismo.
Lousteau dijo que el aumento de los precios de los alimentos justifica en su
país la "intervención de forma responsable de las autoridades económicas
para garantizar la protección del interés y el bienestar de todos los
ciudadanos, especialmente de los sectores más vulnerables de la
población".
Además de los granos, Argentina restringe las exportaciones de carne vacuna.