La junta de gobierno del Banco de México
(central) decidió hoy incrementar en 0,25 puntos la tasa de interés
interbancaria y situarla en 7,75%, porque argumenta que el panorama
inflacionario en el país "ha empeorado".
La decisión, que busca "reforzar las expectativas de inflación a
mediano plazo", ha sorprendido al mercado ya que la mayoría de
bancos, entre ellos el BBVA y el Grupo Financiero IXE, estimaban que
el emisor mantendría las tasas estables en 7,5%.
Incluso, hace dos semanas el presidente mexicano, Felipe
Calderón, sugirió al Banco central reconsiderar su política
monetaria y recortar las tasas de interés para que las empresas
locales tengan acceso a mejores condiciones de crédito y puedan
competir con más fuerza.
El ente emisor explicó en un comunicado que el "balance de
riesgos sobre la inflación ha empeorado" y que incluso la
trayectoria de ese índice para el resto del año y principios de 2009
"puede resultar algo mayor que la prevista".
A la fecha, el Banco de México (Banxico) prevé que durante el
segundo y tercer trimestre de este año la inflación en el país se
situará entre 4,5% y 5%, y que en el cuarto caerá a un
rango de entre 4,25% y 4,75%.
"La coyuntura actual para la política monetaria de México es
particularmente compleja", sostuvo el organismo.
En ese sentido, aseguró que la dinámica reciente de la inflación
en México "es preocupante, porque responde a la acentuación de las
mismas presiones externas", y recordó que durante el primer
trimestre del año ya se vio obligado a revisar al alza sus
proyecciones sobre el aumento de precios.
La meta de inflación fijada por la autoridad monetaria mexicana
para este año, al igual que en 2007, es del 3%, con un
margen de variación del uno por ciento.
De otra parte, Banxico manifestó que la economía mundial
"continúa desacelerándose y la actividad económica en Estados Unidos
se mantiene débil", país al que México dirige aproximadamente el 80%
de sus exportaciones.
Los diferenciales de tasas entre ambas naciones se han ampliado
considerablemente en la medida en que la Reserva Federal
estadounidense la mantiene actualmente en el 2%.
Al mismo tiempo, el organismo señaló que se han "intensificado
las presiones inflacionarias en el mundo, debido a los fuertes
incrementos en los precios de los alimentos de los energéticos y de
otras materias primas".
No obstante, la institución monetaria afirmó que es "previsible
que se corrijan gradualmente algunas disparidades que existen entre
ciertos precios internos y sus referentes mundiales" en México y
aseveró que el país "no muestra presiones inflacionarias por el lado
de la demanda".
Finalmente, el Banco de México concluyó que "las expectativas de
inflación a mediano plazo continúan bien ancladas y la contaminación
de los precios no relacionados con el alza de las materias primas ha
sido limitada".