El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, atribuyó
hoy los ataques al etanol a una guerra comercial que Brasil está dispuesto a
vencer y dijo que las principales críticas proceden de las empresas petroleras.
"Hay una verdadera guerra comercial. Conocemos los
intereses de los países que no producen etanol o que producen etanol a partir
de trigo o de maíz, que no es competitivo y es más caro", afirmó Lula en
su programa semanal de radio.
El jefe de Estado dijo que acudió a la reciente cumbre de la
FAO en Roma para anunciar que Brasil está dispuesto a transferir a naciones en
desarrollo las tecnologías que lo convierten en una de las mayores potencias en
alimentos y también para compartir la tecnología para producir etanol a partir
de caña de azúcar.
"Brasil tiene el combustible y tiene la materia prima y
fuimos a mostrarle (a las naciones críticas del etanol en la FAO) que no
tenemos miedo: si ustedes no quieren plantar en sus países, vamos a desarrollar
a África, América Central, el Caribe y Suramérica, vamos a plantar una parte
del combustible que necesitamos y a disminuir las emisiones de gases
contaminantes", afirmó.
Brasil, que ya posee una significativa flota movida a
biocombustibles, es el mayor productor y exportador mundial del etanol fabricado
a partir de caña de azúcar y defiende una campaña para incentivar la producción
y el consumo mundial de este combustible alternativo y menos contaminante que
los fósiles.
Lula admitió que en la reunión de la FAO escuchó críticas al
etanol que atribuyó a una "guerra comercial", entre ellas que su
producción está desplazando la de alimentos, que el cultivo de caña de azúcar
está desforestando la Amazonía, y que los trabajadores son sometidos a
condiciones inhumanas en los cañaverales.
"Creo que los principales ataques a los biocombustibles
proceden de las empresas de petróleo, porque no existe ninguna otra
explicación. Por ejemplo, decir que la caña de azúcar está invadiendo la
Amazonía es un absurdo muy grande", afirmó.