La semana pasada, todos los ojos estaban puestos en los resultados trimestrales de los dos gigantes de los teléfonos celulares: Apple y Samsung. Mientras la firma de la manzana registró ganancias que superaron las expectativas de los analistas por mayores ventas de sus iPhones, la surcoreana vio un impulso en sus resultados gracias a que el negocio móvil registró un alza de 52%.
Este jueves nuevamente la atención volverá a estar en estas dos firmas, cuando la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos tenga que revelar su decisión final sobre la demanda por violación de Apple contra Samsung, donde se le acusa de copiar características de diseño. La misma denuncia ha lanzado de vuelta el fabricante de los celulares Galaxy a Apple y, en este tira y afloja, ambos buscan obligar al rival a retirar sus dispositivos de los estantes para reducir la competencia y así asegurarse el dominio del mercado de los celulares que podría mover hasta US$ 847.000 millones hacia 2016.
La batalla comenzó en abril de 2011 cuando Apple demandó a su rival surcoreana por copiar el diseño y el funcionamiento de sus dispositivos iPhone e iPad y aplicarlos en sus teléfonos inteligentes, como los modelos Galaxy S4G, Epic 4G, Nexus S, y en su tablet Galaxy Tab. La empresa de la manzana alegó la violación de sus patentes, marca registrada, uso de la interfaz y estilo, a las que más adelante se agregarían otras características.
La evidencia utilizada por Apple incluyó imágenes de comparación de sus iPhone 3GS y el Galaxy S de Samsung. Sin embargo, se descubrió que las imágenes estaban alteradas para hacer que las dimensiones y características de los dos productos se vieran más similares. Tras esto, Samsung introdujo una demanda por utilizar evidencia engañosa. Pero la molestia de la surcoreana no terminó ahí, ya que decidió hacer que este caso tuviera un alcance global, y presentó demandas en Corea del Sur, Japón, Reino Unido y Alemania, entre otros países, acusando a Apple de infringir sus patentes de tecnologías de comunicaciones móviles. Apple también ha contrademandado, con lo que se han generado más de 20 casos de violación de patentes alrededor del mundo.
Todos los casos han tenido resultados mixtos para ambas firmas, pero en EEUU Apple ha tenido más éxito, incluyendo un caso donde un jurado decidió que debía pagarle US$ 1.000 millones a su rival por violación de patentes (pago que más tarde intentó rebajar).
¿Acuerdo inminente?
A pesar de la ventaja que ha tenido Apple judicialmente, los expertos no esperan que finalmente todo termine en un triunfo histórico de la mayor tecnológica de mundo, sino que calculan que ambos llegarán a un acuerdo extrajudicial.
Entre las principales razones para esto está que un acuerdo les ahorrará cientos de millones de dólares y les dará tiempo a cada una para concentrarse en proteger sus ventas a nivel global (en el segundo trimestre, Samsung lidera el mercado de los smartphones) frente al resto de sus rivales. Existen documentos, citados por The Wall Street Journal, que indican que han tenido encuentros tras bambalinas, incluso en Seúl.
Además, como ambas compañías están lanzando dispositivos cada vez con más frecuencia, les convendría llegar a un acuerdo donde las dos empresas se comprometan a compartir parte de su propiedad intelectual para seguir progresando en el mercado de los smartphones, algo similar a lo que consiguieron Samsung y Microsoft en 2011.
La última palabra la tendrá Obama
Como parte de una serie de juicios que comenzaron en abril de 2011 por violación a la propiedad intelectual entre Apple y Samsung, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos prohibió a comienzos de julio la importación y la venta de algunos aparatos de Apple, al estimar que el gigante informático violó patentes de la surcoreana.
El organismo emitió una "orden de exclusión limitada" para algunos dispositivos de Apple, como los teléfonos iPhone 3 y 4 y las tablets iPad y iPad 2.
Apple tendría que excluir de sus importaciones los modelos iPhone 4 y iPad 2 fabricados en China que fueron diseñados para operar con las firmas AT&T y T-Mobile US. Los modelos más nuevos, como el iPhone 4S, iPhone 5, iPad mini y el iPad con retina no son parte del caso.
La prohibición regirá a partir del 5 de agosto y Apple sólo podrá evitarla si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama la veta. El último presidente que vetó una prohibición de importación de la Comisión, fue Ronald Reagan, en 1987.