Internacional

G7 se compromete a no devaluar sus monedas para impulsar la expansión

Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, negó que una guerra global de divisas estuviera en marcha.

Por: | Publicado: Miércoles 13 de febrero de 2013 a las 05:00 hrs.
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Las naciones desarrolladas más grandes del mundo intentaron calmar los crecientes temores de una posible guerra de divisas al comprometerse a evitar depreciar sus monedas en sus esfuerzos por fortalecer el crecimiento de sus economías.

“Reafirmamos que nuestras políticas fiscales y monetarias han estado y seguirán estando orientadas hacia alcanzar nuestros respectivos objetivos domésticos usando instrumentos domésticos, y que no tendremos como blanco los tipos de cambio”, declararon los ministros de Finanzas y banqueros centrales del Grupo de los Siete (G7) a través de un comunicado publicado ayer en Londres.

Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido también ratificaron su compromiso para que los tipos de cambio fuesen determinados por el mercado.

“Concordamos en que una volatilidad excesiva y movimientos desordenados en los tipos de cambio pueden tener consecuencias adversas para la estabilidad económica y financiera. Seguiremos consultando detenidamente respecto de las acciones en los mercados de divisas y cooperar como sea adecuado”, concluyó el texto.

De acuerdo con Bloomberg, esto marca un esfuerzo para evitar una espiral de devaluaciones competitivas como la vívida en la década de los ’30, cuando las economías intentaron estimular sus exportaciones depreciando sus monedas.

Reacción frente a Japón


El comunicado sigue las preocupaciones que han surgido en las últimas semanas por la nueva campaña del gobierno japonés para combatir la deflación, maniobra que para muchos es un intento para debilitar el yen.

La administración de Shinzo Abe nuevamente negó ayer estas acusaciones. De hecho, el ministro de Finanzas Taro Aso aseguró que con la declaración, el G7 reconocía que Japón no estaba buscando un yen más débil y que su política monetaria tiene como objetivo revertir la caída en los precios. 
Tras estas afirmaciones, un funcionario del G7 explicó a Reuters que la declaración fue tergiversada, ya que la idea era señalar la preocupación por el excesivo movimiento en el valor de la moneda japonesa y por los comentarios de Tokio respecto de los niveles del yen.

“El comunicado del G7 fue malinterpretado. El G7 está preocupado por la dirección unidireccional del yen. Japón estará en el centro de atención del G20 en Moscú este fin de semana”, expresó la fuente.

En esa línea, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vitor Constancio, manifestó ayer a Reuters que el G20 también debería reafirmar su compromiso con los tipos de cambio flotantes en la reunión del viernes y del sábado.

“Nosotros, por supuesto, queremos que todos respeten esos principios”, opinó. Sin embargo, existen dudas sobre un posible acuerdo dentro del grupo más amplio de las 20 mayores economías del mundo.

Por su parte, el ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, siguió presionando para que se tome una acción más rotunda frente a la apreciación del euro, pero sus palabras no tuvieron eco en sus colegas europeos.

En todo caso, el presidente del BCE, Mario Draghi, negó que una guerra global de divisas estuviera en marcha. “Creo que el término guerra de divisas es muy, muy exagerado. Ni siquiera estamos viendo algo así”, comentó ayer frente al Parlamento español.

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