LONDRES
Los países europeos ahorraron colectivamente cientos de miles de millones de euros al año en las últimas décadas, en un “dividendo de paz” que consiguieron en la postguerra al reducir el gasto de defensa y liberar recursos para otras prioridades, incluidos sus estados de bienestar. Sin embargo, ahora se enfrentan a un ajuste de cuentas brutal mientras se embarcan en una remilitarización, después de que el Presidente Donald Trump amenazara con reducir el apoyo estadounidense al continente.
Si bien hoy la Unión Europea gasta algo menos del 2% de su PIB en defensa, los líderes europeos están debatiendo abiertamente aumentar el gasto hasta el 3,5% del PIB o más en la próxima década, un nivel no visto en la Europa continental desde fines de los años ‘60.
Un gasto a este nivel entre 1995 y 2023 habría requerido que los Estados miembros de la UE asignaran US$ 387 mil millones adicionales al año a defensa, según cálculos de Financial Times basados en dólares de paridad de poder adquisitivo de 2020.
“Europa no ha tenido fuerzas armadas capaces de enfrentar a un adversario de igual nivel desde, posiblemente, las décadas de 1970 y 1980”, dicen en Pantheon Macroeconomics, dando cuenta del desafío.
El aumento para el Reino Unido, que gastó el 2,3 % de su PIB en defensa en 2023, habría sido de US$ 35 mil millones al año durante el mismo período, aproximadamente el equivalente al gasto público anual en vivienda y servicios locales.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, dijo que Europa había disfrutado de un dividendo de paz en las últimas décadas que “liberaba recursos económicos para la inversión privada y permitía a los gobiernos aumentar el apoyo al bienestar social y a las redes de seguridad financiera”.
Esta situación benigna ya terminó y las opciones para Europa son difíciles de superar.
Seguridad social
Europa disfrutó de sus años de bajo gasto militar gracias a un período prolongado de protección de Estados Unidos, lo que le permitió construir uno de los sistemas de seguridad social más generosos del mundo.
En toda la UE, la protección social ha crecido como porcentaje del gasto público total, pasando del 36,6% en 1995 al 41,4% en vísperas de la pandemia, según Eurostat.
El gasto del Gobierno alemán en protección social, que incluye el gasto en bienestar social y pensiones, pero excluye la atención médica, es más del doble que el de EEUU en relación con el PIB. La diferencia es aún mayor en el caso de Francia.
En toda Europa, los intentos de controlar el gasto en seguridad social han resultado, en gran medida, desgarradores y difíciles. Los esfuerzos franceses por abordar el gasto en pensiones han provocado reiteradas protestas masivas, como en 2023, cuando el Presidente Emmanuel Macron impuso un aumento de dos años en la edad de jubilación que pretendía ahorrar unos 18 mil millones de euros al año.
Sin embargo, ahora se está debatiendo la revocación de este cambio, bajo presión de los sindicatos y la oposición, al mismo tiempo que los ministros discuten objetivos para aumentar el presupuesto de defensa que eclipsarían los ahorros de las pensiones.
El desafío
Pero Claus Vistesen, economista de la consultora Pantheon Macroeconomics, afirmó que la brecha de capacidades era grande y que “el progreso sigue siendo demasiado lento”, precisando que “Europa no ha tenido fuerzas armadas capaces de enfrentarse a un adversario de igual nivel desde, posiblemente, las décadas de 1970 y 1980”.
El personal de las fuerzas armadas del Reino Unido se redujo en más de la mitad entre 1985 y 2020, hasta alcanzar los 153 mil efectivos. El número total de efectivos en la UE se redujo de 3 millones a 1,9 millones durante el mismo período.
La tendencia del gasto de defensa ha comenzado a aumentar en los últimos años. En 2024, el gasto de defensa de la UE alcanzó unos 326 mil millones de euros, aproximadamente el 1,9% de su PIB, frente a los 214 mil millones de euros de 2021. Esta cifra es superior a la media de unos 150 mil millones de euros en los 15 años hasta 2019, según el Consejo Europeo.
Pero las estimaciones del aumento necesario son de una magnitud diferente: desde los 160 mil millones de euros al año durante los próximos cinco años estimados por Goldman Sachs hasta un rango de entre 230 mil millones y 460 milmillones de euros al año estimado por Pantheon Macroeconomics
Si bien un mayor endeudamiento puede cubrir algunos desembolsos iniciales para los países con el espacio fiscal para hacerlo, el costo del rearme en última instancia será asumido por los contribuyentes y los beneficiarios de las redes de seguridad social del continente.
Guntram Wolff, investigador principal de Bruegel, afirmó que el “nuevo mundo” es aquel en el que Europa se acerca a los niveles de gasto militar de la década de 1980, como porcentaje del PIB. “Eso, por supuesto, implica más concesiones en los presupuestos públicos”.
Recortar el gasto público en pensiones y atención sanitaria será especialmente difícil, ya que la población de Europa es la más anciana de todos los continentes, lo que significa que el gasto social crecerá y los ingresos caerán a medida que la población en edad de trabajar se reduzca.