Traders de materias primas se benefician de un gran año de caos en el mercado

Neil Hume, editor de recursos naturales

Los comerciantes de productos básicos están compartiendo un botín extraordinario con sus trabajadores a medida que la industria emerge como uno de los mayores ganadores de la crisis del coronavirus.

Los resultados récord de Trafigura el mes pasado proporcionaron un primer vistazo de un gran año para una industria dominada por un pequeño grupo de empresas en su mayoría no transadas que pueden obtener grandes recompensas al navegar por los altibajos de los volátiles mercados de productos básicos.

Sus 850 empleados principales recibieron una ganancia inesperada en efectivo de casi US$ 600 millones, lo que elevó a US$ 3.500 millones el total pagado a los socios desde 2015.

"El Covid-19 llegó a todo el mundo, pero no a todas las regiones al mismo tiempo", dijo Christophe Salmon, director financiero. “Eso significaba que podíamos desviar una carga… hacia donde había una prima".

Los comerciantes de productos básicos son los intermediarios definitivos, vinculando a los proveedores de materias primas, a menudo en países en desarrollo, con consumidores de países ricos y de rápido crecimiento, obteniendo márgenes mínimos pero con grandes volúmenes.

Su presencia global y su red de terminales, instalaciones de almacenamiento y flotas de envío significaron que estaban perfectamente configurados para capitalizar cuando los precios de las materias primas se dispararon en el segundo trimestre, según Roland Rechtsteiner, socio de Oliver Wyman y coautor de un informe anual sobre la industria.

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Tormenta perfecta

En el sector del petróleo, las empresas aprovecharon la venta de pánico para hacerse con barriles de crudo baratos y vender de inmediato sus cargamentos a precios más altos en el mercado de futuros, asegurando ganancias casi libres de riesgo.

También pudieron aprovechar los arbitrajes de precios causados ​​por la propagación del Covid-19. Esto también fue evidente en los metales, donde la rápida recuperación de China de la pandemia impulsó la demanda al mismo tiempo que la producción minera en África y América del Sur se vio afectada por las cuarentenas.

Los ingresos netos de Trafigura se dispararon 84% a US$ 1.600 millones en el año hasta septiembre, con una facturación de US$ 147 mil millones. En el comercio de petróleo, un mercado cuyas enormes oscilaciones hicieron que los precios del crudo estadounidense fueran brevemente negativos en abril, las ganancias brutas se triplicaron a un récord de US$ 5.300 millones, mientras que en los metales subieron 30% a US$ 1.530 millones.

Otros traders también están en camino de obtener grandes ganancias para 2020. El brazo comercial de Glencore informó que sus ganancias antes de intereses en los seis meses hasta junio se duplicaron a un récord de US$ 2 mil millones, mientras que los ingresos netos en Mercuria alcanzaron un máximo histórico de US$ 277 millones en el segundo trimestre.

El director ejecutivo de Gunvor, Torbjörn Törnqvist, dijo que 2020 había sido un buen año para la empresa con sede en Ginebra, aunque había asumido cargos por deterioro en sus refinerías debido a la pandemia. Trafigura también registró US$ 1.500 millones en amortizaciones y deterioros contra el valor de sus activos industriales.

"En términos de beneficio bruto, lo hicimos muy bien y nuestro balance es más sólido", dijo Törnqvist, y agregó que el segundo trimestre de 2020 fue probablemente el "mejor registrado para la industria".

“No estoy seguro de que volvamos a ver esas condiciones. Entre la guerra de precios OPEP-Rusia y el colapso de la demanda, fue una tormenta perfecta. Cada casa comercial ganaba mucho dinero".

Traders seniors y altos ejecutivos, como Russell Hardy, CEO de Vitol, el mayor operador independiente de petróleo del mundo, dijeron que la estructura del mercado petrolero fue el factor más importante detrás del sólido desempeño de la industria en 2020.

"Si habías estado aquí en 2008-09, sabías qué hacer porque era la misma estructura", dijo Hardy, refiriéndose al mercado del petróleo "contango", cuando los precios de futuros a más largo plazo se negocian a niveles más altos que a corto plazo, que impulsó las ganancias en toda la industria después de la crisis financiera mundial.

Rechtsteiner dijo que 2021 probablemente será otro buen año porque los mercados se mantienen interrumpidos y hay una gama más amplia de posibles resultados.

"Mi expectativa es que veremos mucha volatilidad en los próximos trimestres", dijo. “Estamos comenzando a implementar vacunas, pero no sabemos qué tan efectivas serán y cómo cambiarán el comportamiento. Podría ser un año muy interesante”.

Escrutinio regulatorio

Sin embargo, la industria enfrenta un mayor escrutinio regulatorio y preguntas sobre las prácticas comerciales, en particular el uso de agentes para ganar negocios.

El comercio físico de productos básicos a menudo implica operar en países que han sido focos de corrupción, o donde es difícil asegurar negocios sin agentes que se relacionen con funcionarios gubernamentales para ayudar en los acuerdos de tierras.

El mes pasado, Vitol aceptó pagar más de US$ 160 millones a las autoridades de Estados Unidos y Brasil después de admitir sobornos en tres países y tratar de manipular los índices de referencia del petróleo. Glencore y Trafigura también se enfrentan a investigaciones de corrupción.

“Históricamente, la corrupción y el soborno sin duda han sido endémicos en la industria del comercio de productos básicos y nuestra investigación sobre los actos de Vitol y sus competidores en Brasil solo reveló una gran cantidad de pequeños acuerdos”, dijo Ed Davey del grupo de campaña Global Witness.

Aunque el sector se está alejando del uso de intermediarios, Jean-Francois Lambert, consultor y exbanquero de financiamiento comercial, dijo que las investigaciones serían una preocupación para todas las partes interesadas, incluidos los bancos, que otorgan enormes cantidades de crédito al sector.

“Las acusaciones de corrupción que involucran a una casa comercial manchan a todo el sector”, dijo Lambert. "La disciplina colectiva, por tanto, ya no es una opción sino una necesidad".