Por T. Braithwaite y S. Goff
El supervisor financiero estatal de Nueva York acusó a Standard Chartered de ocultar US$ 250.000 millones de transacciones con el gobierno iraní, dejando al "sistema financiero de EEUU vulnerable a los terroristas, traficantes de armas, capos de la droga y regímenes corruptos".
Las acciones del banco basado en Reino Unido, cayeron más de 6% después de que el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York emitiera una orden justo antes del cierre del mercado londinense, que incluyó la amenaza de revocar la licencia del banco para operar en el estado, llamándolo una "institución deshonesta".
La orden dijo que entre 2011 y 2010 StanChart ocultó de las autoridades estadounidenses cerca de 60.000 transacciones para clientes iraníes, sumando cerca de US$ 250.000 millones y generando "cientos de millones de dólares" en tarifas para el banco. Entre los clientes iraníes estaba el Banco Central de Irán y dos instituciones estatales, Bank Saderat y Bank Melli.
El departamento, liderado por Benjamin Lawsky, superintendente de servicios financieros, acusó que StanChart falsificó registros y evadió sanciones de EEUU. Un director de StanChart supuestamente le contó a un colega: "Ustedes m--ditos estadounidenses. Quiénes son ustedes para decirnos, al resto del mundo, que no podemos negociar con los iraníes".
Además de la "mala conducta sistemática" del banco con Irán, el departamento aseguró tener evidencia de que StanChart pareció haber llevado a cabo "esquemas similares" con Libia, Myanmar y Sudán.
El banco contó: "como fue reportado anteriormente, el grupo está haciendo una revisión de su cumplimiento histórico de sanciones y está discutiendo esa revisión con agencias y reguladores que hacen cumplir la ley. El grupo no puede predecir cuándo esta revisión y estas discusiones se completarán o cuál será el resultado".
StanChart es el segundo banco británico en menos de dos meses que recibe devastadoras críticas de EEUU por supuestos controles tributarios para mover dinero HSBC fue acusado el mes pasado por una investigación del senado estadounidense de violar reglas anti-lavado de dinero. En el caso de StanChart el banco es acusado de "pelar cables", o remover códigos que identifican a clientes iraníes a transferencias de dinero.
En 2004, tras preocupaciones por sus procedimientos, StanChart fue obligado a contratar consultoras independientes para revisar su cumplimiento con requerimientos. Deloitte & Touche fue contratado.
Pero el regulador de EEUU acusa que la consultoría "ilegalmente" le dio a StanChart acceso a revisiones anteriores que había hecho para otros bancos y finalmente se produjo lo que un consultor de Deloitte denominó como una "versión suavizada".
Dijo que Deloitte "aparentemente ayudó" al banco en retener la información de los reguladores y que "intencionalmente omitió información crítica en su 'informe independiente' de los reguladores".
Deloitte no respondió inmediatamente a una solicitud para dar su versión al respecto.