Silvio Berlusconi enfrenta la posible reanudación de los juicios por cargos de corrupción y fraude tributario después de que un tribunal dejara parcialmente sin efecto su inmunidad frente a acusaciones judiciales. La posibilidad de que el primer ministro italiano enfrente una nueva batalla contra lo que él considera un poder judicial políticamente parcial, debilitaría más a su coalición, la que perdió el mes pasado la mayoría absoluta en el parlamento. Sólo algunas horas antes de que la Corte Constitucional diera a conocer su decisión, el gobierno de centroderecha insistió en que continuaría y que no buscaría llamar a elecciones, independientemente del veredicto.
Los jueces fallaron por doce votos contra tres, dos elementos de la ley aprobada el año pasado, que le daba al primer ministro y a su gabinete el derecho de evitar comparecer ante tribunales que debido a sus deberes oficiales, era inconstitucional. El gobierno de Berlusconi aprobó apresuradamente esa ley después de que el tribunal la había desechado, dándole inmunidad mientras estaba en el gobierno.
Bajo el fallo de ayer, los jueces involucrados en los juicios relevantes decidirán sobre el mérito de cualquier excusa que Berlusconi pudiera ofrecer para no aparecer en la corte.
Así, el premier podría estar sujeto a la renovación de dos juicios en Milán vinculados a su imperio Mediaset. Ambos podrían no continuar su curso debido a que el tiempo transcurrido desde los presuntos delitos se cumplió. El multimillonario dueño de medios de comunicación es acusado de sobornar a David Mills, su ex abogado británico, por cometer perjurio, mientras que en el segundo caso es acusado de fraude tributario en la compra de derechos de películas. Un tercer caso que involucra acusaciones de fraude fiscal está en una etapa preliminar. Berlusconi niega todos los cargos. Su coalición sobrevivió por tres votos una moción parlamentaria de no confianza el mes pasado.