El presidente francés Nicolas Sarkozy pidió ayer un código de conducta para regular los flujos de capital internacional, en medio de advertencias de que el dinero que está ingresando a las economías emergentes crecería nuevamente en 2011, exacerbando las tensiones vistas el año pasado en el sistema financiero internacional.
Estableciendo las ambiciones de Francia para su presidencia del Grupo de las 20 naciones líderes este año, Sarkozy afirmó que era imperativo que las mayores economías lidien con el tema de los flujos de capital y los desequilibrios globales si se quiere evitar las crisis.
Para la reunión del G20 en noviembre, el presidente francés espera que un código de conducta limite los flujos de capital y que la economía mundial esté en camino hacia reducir el enorme déficit comercial de Estados Unidos y superávit asociados en China, Japón, Alemania y los países exportadores de petróleo.
Esta meta, sin embargo, es menos ambiciosa que aquella expresada en octubre, y que hacía referencia a un acuerdo cambiario global.
Autoridades insistieron ayer en que el éxito de la presidencia del G20 debería ser juzgado tanto por si generó un debate sostenido sobre sus prioridades como por si se implementaron acuerdos concretos hacia fin de año.
El directorio del Fondo Monetario Internacional discutió recientemente un código de conducta, pero no hubo acuerdo en la necesidad de reglas explícitas, con EE.UU. en contra.
Las tensiones subieron en 2010 a medida que capital privado de las economías avanzadas inundó los países emergentes, apreciando sus monedas. Las economías emergentes, lideradas por Brasil y China, dijeron que EE.UU. estaba lanzando una guerra cambiaria cuando la Reserva Federal aumentó la liquidez al aplicar una segunda ronda de relajamiento cuantitativo.
Se espera que estas tensiones continúen este año, según el Instituto de Finanzas Internacionales, que representa a los bancos más grandes del mundo. La entidad pronosticó que los flujos de capital privado neto hacia los países emergentes crecerán este año a US$ 960 mil millones, una cifra superada sólo en 2007.
Philip Suttle, economista jefe del instituto, aseveró: la inflación de capital está siendo impulsada por la redistribución de activos de los fondos de inversiones, a medida que el peso de los mercados emergentes en las acciones globales y portafolios de bonos se está elevando.
La presidencia francesa luchará por conseguir un acuerdo en el G20. Sarkozy dijo que esperaba ser capaz de presentar una lista de criterios acordada para identificar los grandes desequilibrios de flujos comerciales y de capital en las economías importantes en febrero.
Sarkozy advirtió que si no se controlan las enormes variaciones de los precios de los alimentos y la especulación por los commodities, corremos el riesgo de tener disturbios por alimentos en los países más pobres y un efecto muy poco favorable en el crecimiento económico global.