Petróleo y QE2 complican ruta de naciones emergentes
Los mercados emergentes han tenido un comienzo de año extraño. Tras una declinación lógica cuando empezó la inestabilidad en Medio Oriente...
- T+
- T-
Por Stefan Wagstyl
Los mercados emergentes han tenido un comienzo de año extraño. Tras una declinación lógica cuando empezó la inestabilidad en Medio Oriente y trepó el precio del crudo, a mediados de enero, las acciones y los bonos en divisa de estas naciones se recuperaron mucho.
Con el crudo Brent por encima de US$ 120 el barril, lo que implica un alza de 24% desde diciembre, y pese al clima de violencia en Libia, Costa de Marfil y otros países, el aumento de 6% en el índice MSCI de acciones de emergentes, y el avance de más de 1% en el índice JPMorgan EMBI+ de bonos, parece sorprendente.
Además, los temores a la inflación en China, India, Brasil y otras economías emergentes, que ya preocupaban al mercado hace tres meses, son ahora por lo menos tan fuertes como entonces.
Lo mismo ocurre con la inquietud sobre lo que podría ocurrir con las acciones y los bonos de emergentes cuando la Reserva Federal dé por terminado en junio su programa de emisión de dinero para comprar bonos y reconsidere la política monetaria ultra laxa que aplica desde diciembre de 2008.
La pregunta es por qué los activos de emergentes siguen con buen desempeño pese a las malas noticias, y qué ocurrirá en el futuro. Kevin Daly, gerente de cartera de deuda de emergentes en Aberdeen Asset Management, un grupo británico de gestión de activos, comentó que “a principios de año teníamos una sensación negativa con los mercados emergentes, pero quizás era demasiado negativa. Ahora lo que importa es ver qué ocurrirá cuando se normalice la política de tasas de interés en EEUU. Hay peligro para todos los activos de riesgo, incluyendo los emergentes”.
Los observadores más optimistas, aunque no esperan una repetición de lo que ocurrió en 2010 cuando las acciones de los emergentes subieron 16%, ganándole cómodamente al mundo desarrollado, sostienen que las perspectivas no tienen por qué ser desastrosas.
Pero los pesimistas estiman que el precio del petróleo puede mantenerse alto y esto aumentará las presiones inflacionarias que ya complican a las economías emergentes e impulsan los precios en el mundo desarrollado, lo que obliga a los bancos centrales a elevar las tasas.
Estas condiciones pueden hacer más difícil para las autoridades de los emergentes evitar un aterrizaje brusco al tratar de reducir la inflación sin dañar el crecimiento económico.
China, con su boom inmobiliario, y Brasil, donde el gobierno aplicó controles de capital para tratar de limitar los flujos de inversión inflacionarios, son señales de alerta de estos riesgos.
Para muchos, la clave sigue estando en EEUU. Si ese país se recupera rápido, la Fed podría elevar las tasas más rápido de lo que se espera, lo que podría desencadenar una salida brusca de capital de los activos de riesgo, incluyendo los de los mercados emergentes.