París
Francia está considerando introducir recortes de impuestos a los ricos tan pronto como el próximo año para atraer a más empresarios e inversionistas, dijo el primer ministro Edouard Philippe en una entrevista.
La jugada marcaría un brusco quiebre con el gobierno de Francoise Hollande, el expresidente que causó un éxodo de financistas después de imponer un impuesto de 75% a los ingresos de los sueldos altos al principio de su mandato y declaró a las finanzas “el enemigo”.
También demostraría la voluntad del presidente Emmanuel Macron de presionar con una agenda pro empresas pese a las preocupaciones por su factibilidad dado el terco déficit presupuestario del país, que la semana pasada llevó a Philippe a sugerir que los recortes tributarios podían ser pospuestos.
Mayor claridad
En conversación con FT, Philippe dijo que anunciaría el calendario de las reformas al Parlamento en cosa de días, para darle más claridad a empresas y hogares sobre el plan del gobierno.
El nuevo régimen excluiría la tenencia de inversiones del impuesto a la riqueza e introduciría un tributo plano de 30% a los dividendos y otras ganancias de inversiones. Actualmente tributan más de 50%, subiendo a 60% para las ganancias más altas.
“Hay una discusión sobre si implementamos la reforma al impuesto a la riqueza totalmente en 2019, o si procedemos, o si lo hacemos en dos etapas”, dijo Philippe en su primera entrevista con un medio extranjero desde que fue nombrado en el cargo por Macron en mayo. La marcha atrás subraya el delicado acto de equilibrio de Philippe entre su deseo de impulsar el crecimiento y la obligación de cumplir con las reglas de déficit para restaurar la credibilidad de Francia en Bruselas.
Es parte también de una agresiva campaña de Macron por mostrar una postura amigable con las empresas en momentos en que las empresas y los inversionistas están considerando alternativas al Reino Unido, tras la decisión del país de dejar la Unión Europea.