FT Español

En el hemisferio norte esperan un verano difícil con mercados complicados

Los inversionistas no saben si habrá acuerdo en el Congreso de EEUU sobre la deuda, ni qué pasará cuando la Fed deje de emitir dinero para comprar activos financieros.

Por: | Publicado: Lunes 20 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Gillian Tett


¿Nos espera un verano difícil? Esta es una pregunta que los inversionistas deberían hacerse. Después de todo, en los primeros meses del año era notable el optimismo de los mercados en relación a las potenciales amenazas. Pero el sentimiento de los inversionistas empieza, finalmente, a enfrentar la realidad: el Vix (índice de volatilidad) trepó en los últimos días, las acciones se derrumbaron y el dinero se precipitó hacia refugios supuestamente seguros, como los títulos del Tesoro.

En lo inmediato, los detonantes son obvios: la serie reciente de malas noticias económicas y la incertidumbre sobre el futuro de la eurozona. En una conferencia de abogados especializados en insolvencia internacional de la que participé la semana pasada en Nueva York, por ejemplo, fue evidente que nadie con experiencia creía que la propuesta de cambiar el perfil de la deuda griega pudiera funcionar. Esto sugiere que, en el mejor de los casos, Grecia va hacia un estrangulamiento crediticio y, en el peor, la eurozona está amenazada.

Sin embargo, aunque eso es malo, lo que lo hace todavía peor es que inversionistas y funcionarios enfrentan al menos otras dos grandes incógnitas. El 30 de junio está programado que la Reserva Federal de EEUU termine con la segunda fase de su experimento que involucra la emisión de dinero para la compra de activos financieros, y parece improbable que la reemplace por una tercera fase. La Fed niega que haya riesgo de una reacción del mercado porque el mayor impacto se produjo por el “stock” de deuda que fue comprada, no por los “flujos” de compras, y que ese stock no caerá próximamente. Pero el problema es que la psicología del mercado no siempre respeta la lógica económica.

También hay que recordar que esto coincide con que el Banco de Japón está disminuyendo su (enorme) inyección de liquidez posterior al terremoto y han surgido nuevas dudas sobre qué está pasando en China. Hay experimentos monetarios en desarrollo en todos los frentes.

Además, queda una tercera gran incógnita: la de saber si Washington logrará un acuerdo político para elevar el techo legal de emisión de deuda antes del 2 de agosto, que es cuando el Tesoro dice que se quedará sin fondos. Por ahora, los mercados confían en que habrá acuerdo y es probable que así sea. Pero el Partido Republicano no parece estar para soluciones de compromiso. Por lo cual, aunque se llegue a pactar, el acuerdo puede ser tardío, lo que crearía incertidumbre durante la mayor parte de julio. Y nadie puede permitirse ignorar la posibilidad de que no haya acuerdo antes del 2 de agosto. Nadie está seguro de lo devastador que puede llegar a ser. Los políticos del Tea Party insisten en que el gobierno puede evitar un default técnico priorizando el pago de intereses; pero el Tesoro lo niega.

Sea como fuere, el punto clave con respecto al 2 de agosto es que nadie sabe qué puede ocurrir. Podría decirse, lo mismo que de los temas del fin de la política ultra laxa de la Fed y el potencial default de Grecia, que es territorio desconocido. Evidentemente, si hubo alguna vez un momento en el calendario en que parece tonto embarcarse en aventuras riesgosas en el mercado, agosto es ese momento. Después de todo, es una época de escaso volumen de operaciones y, en el hemisferio boreal, en la que los equipos junior quedan a cargo porque los jefes suelen estar en la playa. Basta pensar en lo que ocurrió en 2007 y 2008; o en 1998.

Vacaciones

Cualquier persona del hemisferio norte vinculada al mundo de las inversiones y las finanzas que esté haciendo planes para tomarse unas largas vacaciones en julio y agosto de este año debería empezar a rezar para que el actual torbellino que afecta los mercados obligue a los dirigentes de la eurozona a producir una rápida solución a la crisis y, de paso, que también inyecte un poco de sensatez en Washington. De otro modo, es mejor que todos constaten que sus BlackBerry funcionan bien desde la playa, o desde el lugar que hayan elegido para pasar las vacaciones. Si la historia financiera puede usarse como guía, las van a necesitar.

Lo más leído