La promesa de Japón de comprar bonos de la eurozona representa un importante voto de confianza a Europa, que llega en un momento crítico de la crisis de deuda que sufre la región. Los japoneses, que generalmente mantienen en secreto sus inversiones, dieron a la eurozona una inyección de energía al señalar su intención de adquirir un 20% de los bonos que este mes emitirá la Facilidad de Estabilidad Financiera Europea (EFSF, su sigla en inglés). Esta promesa llega cuando se espera que algunos de los fondos más grandes del mundo presenten sus ofertas para el bono de la EFSF, el primero proveniente de la zona del euro como entidad. Asimismo, suma peso a los argumentos de algunos políticos e inversionistas de que esta iniciativa debería ser el antecedente de un bono común europeo que pueda desafiar al mercado de deuda de EE.UU. Y lo que es significativo, el costo del endeudamiento de Alemania subió después del anuncio que hizo Yoshihiko Noda, el ministro de Finanzas de Japón. Esa alza es una señal de que Alemania podría pagar el precio del éxito de la emisión de bonos de la EFSF. Algunos banqueros también se preguntan si tiene importancia el éxito de un bono de la EFSF, ya que no resuelve los problemas de las economías periféricas de la eurozona. En realidad, algunos prevén que la primera oferta de bonos de Portugal este año será la señal definitiva de que Lisboa tendrá que usar préstamos de emergencia para revivir su castigada economía. La EFSF recaudaría cerca de 5.000 millones de euros (US$ 6.500 millones) cuando haga su primera oferta de bonos para ayudar a financiar su participación en el rescate a Irlanda por 85.000 millones de euros. Klaus Regling, CEO de la EFSF que tiene a su disposición 440.000 millones de euros nominales para préstamos de rescate, informó que ha observado un fuerte interés entre los inversionistas en una gira global que incluyó Europa, EE.UU. y Asia, y 150 reuniones en los últimos seis meses. Desde una perspectiva de inversión, el principal atractivo de la EFSF es que sus bonos conllevan la seguridad de una calificación crediticia triple A. La emisión de bonos que realizó la Unión Europea la semana pasada, que es responsable de una facilidad de rescate diferente por 60.000 millones de euros, sugiere que el bono de la EFSF ofrecerá rendimientos muy superiores a los que otorgan los
bunds.
Otro buen presagio es que los chinos adquirieran un 6% de ese bono, con expectativas de que sean compradores nuevamente la próxima semana.