Por David Gelles y Gillian Tett en Nueva York
Bernard Madoff intentó repartir las culpas por su mecanismo Ponzi de US$ 65 mil millones entre bancos, reguladores y sus viejos socios de negocios en una resonante entrevista con Financial Times desde la cárcel.
El desacreditado financista estadounidense ofreció escasa evidencia para sus aseveraciones y admitió haber mentido a inversionistas y familiares por al menos 16 años antes de confesar a las autoridades federales en 2008 y ser sentenciado a 150 años de prisión.
Sin embargo Madoff, de 72 años, sostuvo que bancos incluyendo a JPMorgan Chase, el principal banco de su firma, Bernard L. Madoff Investment Securities, tenían suficiente información de sus cuentas como para detectar actividades sospechosas. Elevó acusaciones similares contra los reguladores.
“No soy banquero, pero sé que US$ 100 mil millones entrando y saliendo de una cuenta bancaria es algo que debería ponerlo a uno en alerta”, dijo a FT en la prisión federal en Butner, Carolina del Norte. “JPMorgan tenía todos los estados financieros”.
Madoff alegó: “Había personal senior en el banco que sabía lo que pasaba”. No obstante, no identificó a esas personas ni dio más detalles.
Irving Picard, el interventor que liquida la firma de Madoff, presentó una demanda en diciembre de 2010 contra JPMorgan, exigiendo US$ 6.400 millones sobre la base de que el banco fue “voluntariamente ciego al fraude” y “cómplice en él”.
Madoff dijo: “JPMorgan no tiene la más mínima posibilidad de no tener que llegar a un gran acuerdo [extrajudicial]”.
JPMorgan negó cualquier delito. “JPMorgan cumplió por completo con todas las leyes y regulaciones aplicables a las cuentas de clientes”, dijo. “La afirmación de Madoff de que los empleados de JPMorgan ‘sabían lo que pasaba’ es ostensiblemente falsa”.
Madoff también predijo que otros dos bancos demandados por Picard, HSBC y UBS, “van a tener grandes problemas”. Picard está pidiendo US$ 9.000 millones a HSBC y US$ 2.000 millones a UBS. Ambos bancos negaron cualquier delito o conocimiento del fraude de Madoff.
Madoff resaltó que cuatro de sus primeros inversionistas - Jeffry Picower, Stanley Chais, Norman Levy y Carl Shapiro - ayudaron a reclutar clientes para su firma a fines de los ‘80, cuando Madoff dice haber tenido problemas para liquidar posiciones en los mercados. “Fueron cómplices, todos ellos”, dijo Madoff. “Que es por lo que todos están llegando a acuerdos”.
Picard demandó a los cuatro hombres o a sus sucesiones. Picower falleció y su sucesión llegó a un acuerdo con Picard por US$ 7.200 millones. Shapiro, quien está vivo, firmó un acuerdo por US$ 625 millones. Levy lo hizo por US$ 220 millones antes de morir el año pasado. Chais murió y su familia no ha llegado a acuerdo. Los abogados de estas cuatro personas han dicho que sus clientes no sabían del fraude de Madoff.
Madoff lloró ante la mención de su esposa Ruth y de su hijo Mark, quien cometió suicidio el año pasado. “Nada de lo que diga puede tomarse como excusa por mi conducta”, declaró. “Asumo plena responsabilidad por lo que hice”.