Por Robin Harding
Ben Bernanke criticó la batalla en Washington por el incremento en el límite de la deuda federal, llamándolo la “herramienta equivocada” para lograr cambios en la política fiscal.
“No aumentar el techo de deuda de modo oportuno sería contraproducente si el objetivo es trazar un curso hacia una mejor situación fiscal para nuestra nación”, advirtió el presidente de la Reserva Federal de EEUU en sus palabras más fuertes hasta ahora sobre política fiscal, un tema en el que suele ser cauteloso.
Sus comentarios aumentan los riesgos para ambos lados si no logran llegar a un acuerdo para subir el límite de deuda, pero es probable que generen una reacción de los republicanos, que quieren recortes de gastos a cambio de aumentar la cantidad en que el gobierno puede endeudarse.
EEUU alcanzó el límite de endeudamiento de
US$ 14,3 billones fijado por el Congreso en mayo. Hoy, el Tesoro trabaja cerca del límite pero Tim Geithner, el secretario del Tesoro, ha dicho que EEUU podría caer en impago si el límite no sube para el 2 de agosto.
No aumentar el techo de la deuda a tiempo, “podría causar interferencia en los mercados financieros y el sistema de pagos, inducir rebajas de calificación de la deuda soberana de EEUU, crear dudas fundamentales sobre la solvencia de EEUU, y dañar el rol especial del dólar y los títulos del Tesoro en los mercados globales en el largo plazo”, alertó el presidente de la Fed.
Bernanke desestimó la sugerencia del senador Pat Toomey, un republicano de Pennsylvania, en cuanto a que el Tesoro podría proteger a los tenedores de bonos priorizando los pagos a ellos aún después del 2 de agosto, diciendo que incluso tal estrategia podría inquietar a los mercados financieros.
Sus comentarios reflejan incomodidad dentro del banco central estadounidense sobre la potencial perturbación económica por cualquier fracaso en alcanzar un acuerdo en el techo de deuda, así como con la falta de progreso hacia un acuerdo para la consolidación fiscal en el largo plazo.
Bernanke dijo que no estaba pidiendo un aplazamiento para alcanzar un trato, sino que éste debiera enfocarse en problemas a largo plazo. También agregó que el acuerdo debiera tener “indicadores claros” para tener éxito. “Las autoridades fiscales podrían buscar ahora ahorros sustanciales en la ventana del presupuesto a diez años, implementadas con normas presupuestarias bien diseñadas, al tiempo que emprenden reformas adicionales para hacer frente a la sustentabilidad de largo plazo de los programas de derechos sociales”.