Por Quentin Peel en Berlín
Francia y Alemania están cerca de un acuerdo sobre elementos importantes de su plan para un gobierno económico más cercano en la eurozona, pero se esperan varias semanas de negociaciones con otros miembros de la Unión Europea (UE) para dar cuerpo a los detalles, según fuentes de alto nivel en Berlín. La idea, bautizada como pacto para la competitividad, equivale a una gran concesión de Angela Merkel, la canciller alemana, a lo que originalmente era una idea francesa para aumentar la coordinación política de los 17 miembros de la eurozona, más que entre todos los miembros de las UE. Sin embargo, las fuentes del gobierno de Berlín insisten en que la propuesta eventual tendrá un fuerte énfasis en crecimiento y competitividad, además de disciplina fiscal, dando al plan un sesgo hacia el contenido político alemán. En Alemania aún tiene lugar un vigoroso debate interno sobre qué medidas deberían ser incluidas. Hay un acuerdo general en que las iniciativas como un sistema de regímenes nacionales de resolución de crisis para los bancos y enmiendas nacionales constitucionales para frenar el financiamiento público (el llamado freno de deuda que existe en Austria y Alemania) debieran ser parte de ello.
Berlín también quiere que aumente la edad de jubilación -país por país- para tomar en cuenta el envejecimiento de la población y ha sugerido que los estados miembros reconozcan los diplomas y calificaciones técnicas entre sí. El objetivo es reducir las diferencias de competitividad dentro de la Unión Europea. La propuesta franco-germana se basa en los planes acordados el año pasado por los ministros de Finanzas de la Unión Europea, reunidos bajo la presidencia de Herman Van Rompuy, para una mayor vigilancia presupuestaria de la Comisión Europea.