Por Kerin Hope
Grecia informó que dentro de los próximos dos meses asignará a los asesores internacionales como medida para dar el puntapié inicial a su ambicioso programa de privatizaciones por 50.000 millones de euros (US$ 72.000 millones).
Mientras tanto, el sindicato más poderoso del país aseguró que no permitirá que se ejecute dicho plan de gobierno.
Las privatizaciones constituyen un desesperado intento por parte de la administración en Atenas para recuperar la confianza de los inversionistas y elevar las probabilidades de que el país evite una reestructuración de la deuda.
Pero la debilidad de la reforma se extendió casi un año después de que Grecia fue rescatado por sus socios de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional, por lo que ahora es bastante difícil conseguir respaldo popular a la “venta del patrimonio familiar”.
“Las reformas hasta ahora fueron más lentas y superficiales de lo esperado”, aseguró Theodore Pelagidis, profesor de Economía en la Universidad Piraeus en Atenas. “Ahora nos introducimos en un territorio desconocido con un programa de privatización rechazado por el consenso social”.
Los sindicatos del sector público encabezados por Genop-DEH (que representa a 24.000 trabajadores de la compañía estatal de electricidad) prometieron oponerse a las privatizaciones.
Nikos Fotopoulos, el presidente de Genop-DEH, comentó: “Ahora no permitiremos que nos vendan a un inversionista privado con intereses que no coinciden con los de los consumidores griegos”.
La organización sindical, que en oportunidades anteriores se inclinó por la práctica de secuestrar a los altos directivos de empresas, recalcó cuál es su postura cuando tomó las oficinas de la compañía de electricidad estatal PCC en el norte de la ciudad de Thessaloniki, bloqueando el acceso durante varias horas.
Los sindicatos griegos tienen un sólido historial de intentos para frustrar transferencias de participaciones accionarias y de gestión a inversionistas privados.
Muchas privatizaciones hasta la fecha han sido parciales: las participaciones minoritarias en las empresas estatales cotizan en la bolsa de valores de Atenas y el gobierno tiene derecho a designar a los altos directivos.
Grecia sedujo solamente a un inversor estratégico grande en las últimas dos décadas. Se trata de Deutsche Telekom, que tiene un 30% del capital de Hellenic Telekom.
El Ministerio de Finanzas, a cargo, Yorgos Papaconstantínu, aseguró que esta vez será diferente. Espera recaudar 15.000 millones de euros mediante ventas que se llevarán a cabo hasta 2013, y que los restantes 35.000 millones de euros llegarán antes de 2015.
Un funcionario del ministerio de Finanzas comentó que la ODIE, una organización estatal que administra el único hipódromo comercial, atrajo el interés de Paris Mutuel Urbain, una de las compañías de apuestas más grande de Europa.
La primera ronda de ventas incluirá a la compañía de juegos controlada por el Estado, la deficitaria empresa ferroviaria pública, un fabricante de níquel y participaciones minoritarias del operador estatal de telecomunicaciones y de las compañías de gas y electricidad, también bajo el control del Estado griego.
Varios miembros del gabinete griego también se oponen a la privatización, entre ellos Tina Birlini, la ministra de Energía, cuya cartera incluye a eléctrica PPC.