El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó hoy en medio punto su
previsión de crecimiento para Estados Unidos, cuya economía se
expandirá un 1% este año, tras constatar un desempeño
mejor de lo esperado en el primer trimestre.
"Los datos de productividad fueron muy favorables en el primer
trimestre", dijo John Lipsky, el "número dos" del FMI en una rueda de prensa.
La economía de Estados Unidos creció un 0,9%, en
términos anuales, entre enero y marzo, frente al 0,6% del
último trimestre de 2007, según los últimos datos oficiales.
El Fondo también aumentó su cálculo de crecimiento para 2009,
cuando la mayor economía del mundo se expandirá un 0,8%.
En abril había previsto crecimientos de un 0,5% este
año y un 0,6% en 2009.
No obstante, el organismo pidió no echar las campanas al vuelo y
Lipsky indicó que la recuperación será más lenta que lo
experimentado en Estados Unidos tras períodos de debilidad
económica.
Para la segunda mitad de este año, el FMI prevé un crecimiento
menor que la media en todos los países industrializados.
En cambio, los países emergentes serán un baluarte económico, lo
que ayudará a remolcar a las naciones ricas, a juicio del organismo.
En América Latina en particular el peligro es la inflación, más
que una ralentización económica, según destacó en la rueda de prensa
Anoop Singh, encargado de esa región en el Fondo.
Dado que las cifras económicas de Estados Unidos han sido mejores
que lo anticipado, el Fondo recomendó a la Reserva Federal mantener
las tasas de interés inalteradas, tras las reducciones drásticas
desde agosto, cuando los problemas en el mercado inmobiliario fueron
el detonante de la turbulencia financiera que aún perdura.
Los analistas privados coinciden en que el Comité del Mercado
Abierto del banco central estadounidense comparte la visión del
Fondo y que no tocará el precio del dinero en su reunión del próximo
martes y miércoles.
Para la institución multilateral hay "señales" de que las
perspectivas de inflación están al alza en Estados Unidos.
Por ello, dijo que es posible que la Reserva Federal tenga que
elevar las tasas de interés "rápidamente" una vez que se consolide
la recuperación económica.
En todo caso, el Fondo quiso curarse en salud y destacó que el
"carácter extraordinario" de las crisis financiera e inmobiliaria
"genera una gran incertidumbre" a la hora de estimar el probable
desempeño de la economía.
Por un lado, afirmó que es posible un recuperación más rápida, y
por el otro, dijo que "existe una posibilidad preocupante" de que la
ralentización económica genere nuevas pérdidas bancarias.
En el ámbito financiero, el Fondo dio crédito a la Reserva
Federal por aumentar la liquidez, con lo que han mejorado las
condiciones en los mercados, pero no descartó que vuelvan los
problemas que llevaron al colapso del banco de inversión Bear
Stearns.
Si eso sucediera, sugirió al banco central prorrogar el
vencimiento de los préstamos que extiende a las instituciones
financieras.
En el terreno inmobiliario, para el Fondo "resulta claro" que los
precios bajarán aún más y dijo que existe el riesgo de una caída
"excesiva", mayor de lo que estaría justificado, como suele suceder
cuando estallan las burbujas económicas.
Por ello, el organismo dijo apoyar las propuestas debatidas
actualmente en el Congreso de Estados Unidos para extender nuevas
ayudas a los propietarios con el agua al cuello.
Los expertos del organismo hicieron su evaluación de la economía
estadounidense tras reuniones con las autoridades económicas de ese
país.
Además, presentarán su informe al Consejo Ejecutivo de la
institución, que representa a sus 185 miembros.