El subdirector general del Fondo
Monetario Internacional (FMI), John Lipsky, sostuvo hoy que el incremento mundial de la inflación podría significar "un desafío para la estabilidad económica".
Lipsky pidió además que se
tenga cuidado con las políticas que, diseñadas para combatir la
ralentización económica, incrementan los precios.
"Esta aceleración de la inflación debe tomarse en serio porque
puede suponer un significativo desafío para la estabilidad
económica", aseguró Lipsky durante su intervención ante el Consejo
de Relaciones Exteriores, un organismo privado con sede en Nueva
York que promueve el debate sobre asuntos internacionales.
En opinión de Lipsky, el incremento mundial de los precios -que
"ronda el 5,5% anual, frente a ritmos inferiores al 4% en años anteriores"- podría socavar "los intentos mantenidos
desde el comienzo de la década para restablecer la combinación de un
crecimiento sólido y una baja inflación".
Esta advertencia por parte del FMI tiene lugar una semana después
de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos bajó los tipos de
interés de referencia por séptima ocasión desde el pasado
septiembre, hasta el dos por ciento.
Desde que estalló la crisis crediticia generada por las hipotecas
de alto riesgo en Estados Unidos, su banco central ha apostado por
el recorte de tipos de interés (y la inyección directa de más de
US$ 400.000 millones) como instrumento para reducir las
tensiones crediticias y mantener el crecimiento económico, pese a
que esa política tiende a generar inflación.
Sin embargo, tras su último recorte, la Reserva Federal ya dejó
entrever que podría renunciar a esa política de reducción de tipos
en aras de la contención de la inflación.
El subdirector del FMI incidió hoy en su preocupación por el
avance de la inflación, que "se debe principalmente al
encarecimiento de la energía y las materias primas" y que "ha
resurgido tras años de quiescencia".
Por lo que se refiere a la zona euro, Lipsky señaló que el
pronunciado incremento de la inflación y las preocupaciones sobre su
futura evolución afectan la confianza y el gasto de los
consumidores, y destacó que los precios son una de las principales
preocupaciones del Banco Central Europeo.
"Los responsables de los bancos centrales y de la elaboración de
políticas fiscales tienen que prestar mucha atención a los
potenciales riesgos de inflación", dijo Lipsky.
"Signos de más presiones sobre la inflación de base (frente a la
subyacente) justificarían una contundente política de respuesta, no
vaya a ser que se sacrifiquen los impresionantes logros en materia
de estabilidad general alcanzados en los últimos años", defendió.
Pese a sus advertencias y con el barril de petróleo en máximos
históricos, Lipsky aseguró que el FMI aún confía en que no ocurrirá
como en los años 1970, cuando se combinó una ralentización económica
con una aceleración de la inflación, aunque no descartó que algo así
ocurra.
Respecto a la "profunda" ralentización económica que vive Estados
Unidos, el subdirector del FMI advirtió de que no se trata de un
hecho aislado, sino que "el crecimiento se está frenando en todas
las regiones del mundo".
Según los cálculos del fondo, el crecimiento económico mundial
rondará el 3,75% este año y se mantendrá en torno a esa
cifra en 2009.
Entre sus propuestas para combatir la inflación mundial, Lipsky
mencionó el impulso de políticas que contribuyan a aumentar el
suministro de los bienes que más rápidamente se encarecen, como
alimentos y carburantes.
También sugirió la estabilización del régimen de inversiones
petrolíferas en el mundo, la reducción del proteccionismo y la
demanda de crudo y la subvención del desarrollo de biocarburantes.