La economía estadounidense se ha
deteriorado en el último mes, un panorama que se caracteriza por un
mercado laboral debilitado, una desaceleración en la demanda de
créditos y un sector residencial que no levanta cabeza, aseguró hoy la
Reserva Federal (Fed) de estados Unidos.
Así consta en el "libro beige" de la Fed que se
publicó hoy y que revisa la situación económica del país desde su
último informe el pasado 5 de marzo.
El documento, elaborado a partir de los datos recopilados por los
doce bancos que conforman el sistema de la Fed, indica que nueve
distritos han observado una desaceleración en el ritmo de actividad
económica. Por su parte, los tres restantes distritos han calificado la
situación económica como "mixta o estable".
El gasto de los consumidores se ha ralentizado en la mayor parte
del país, con algunos distritos advirtiendo de caídas en las ventas
minoristas y de automóviles.
Por contra, el sector del turismo se mantuvo en líneas generales
"fuerte", con un aumento notable de visitantes extranjeros en
algunos distritos.
En lo que se refiere a los servicios no financieros, la Reserva
Federal indica que el panorama varía según los distritos. Así, la demanda de servicios de transporte fue "generalmente"
débil en el último mes, mientras que los servicios de empresas y de
salud "continuaron creciendo".
La situación de la industria manufacturera varió dependiendo de
los distritos. En este contexto, algunos observaron un "ligero" aumento de la
actividad y varios apuntaron que la producción era "mixta o
estable".
Los informes de los doce bancos señalaron que el mercado
inmobiliario y de construcción tuvieron un comportamiento
generalmente débil, sobre todo en el sector residencial.
El sector inmobiliario comercial también notó la crisis económica
por la que pasa Estados Unidos y experimentó una desaceleración, de
acuerdo con la Reserva Federal.
El mercado del alquiler también sufrió las consecuencias de la
mala coyuntura económica de Estados Unidos, según el informe.
Las instituciones financieras en muchos distritos de los bancos
de la Fed observaron una menor demanda de créditos al consumo debido
a las cada vez más estrictas condiciones para conseguirlos, y un
aumento en el riesgo de los activos.
En el lado positivo se encuentra el sector agrícola, que ha
"mejorado su situación" y la industria energética, que es "robusta",
según se desprende del informe.
El mercado laboral, por contra, se está debilitando más desde el
último informe de la Reserva Federal, aunque algunos distritos
registraron una falta de mano de obra cualificada y otros
constataron "presiones" sobre los salarios.
Los incrementos experimentados en los costes de producción de
bienes se notaron en muchos distritos, lo que repercutió en un
"ligero" aumento de los precios de venta.
El informe subraya el desafío en el que está inmersa la Reserva
Federal para mantener a flote la economía estadounidense, que pasa
por su mayor crisis financiera desde la Gran Depresión.
El documento servirá de guía al Comité de Mercado Abierto de la
Fed cuando se reúna entre el 29 y 30 de abril para determinar sus
próximos pasos y posibles nuevos recortes de los tipos de interés.
La gravedad de la crisis quedó de manifiesto en las palabras del
presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, quien reconoció el
pasado 2 de abril que la economía estadounidense pasa por un período
"muy difícil" y que era posible una recesión.