La Unión Europea ha acordado hoy por unanimidad levantar las
sanciones diplomáticas contra el régimen cubano y abrir un diálogo
incondicional con el objetivo de mejorar la situación política y de los
derechos humanos, una decisión cuya efectividad será revisada dentro de un año.
Ha sido una medida aprobada con discordias entre los países miembros y con la
oposición de Estados Unidos.
Estados Unidos expresó su decepción por el levantamiento de
las sanciones contra Cuba por parte de la UE y consideró que el régimen de Raúl
Castro debe hacer más antes de que se suavicen las medidas tomadas impuestas a
la isla.
Los jefes de la diplomacia europea llegaron al compromiso de
abrir el diálogo con Cuba durante una cena celebrada en la cumbre de jefes de
Estado o de gobierno, y tras dos semanas de incertidumbres, debido a las
reticencias de República Checa, Suecia y Alemania.
La respuesta de Estados Unidos no se ha hecho esperar. El
portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Gordon
Johndroe, recordó que el acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Exteriores
de los 27 países miembros de la UE no afectará al bloqueo que Estados Unidos
mantiene sobre la isla, que dura ya casi 50 años.
"Creemos que los Castro necesitan dar ciertos pasos
para mejorar las condiciones de los Derechos Humanos para los cubanos antes de
que sea levantada cualquier sanción", señaló Johndroe, según informa la
CNN.
El portavoz del Departamento de Estado Tom Casey había
advertido de que Estados Unidos no apoyaría ningún movimiento por parte de la
UE que supusiera levantar las sanciones contra Cuba y subrayó que Washington no
ve ningún motivo para suavizar la política hacia la isla.
"Si vemos algunos cambios cosméticos realizados por el
régimen, desde luego que no vemos ningún tipo de cambio fundamental en la
dictadura de Castro que nos dé razones para creer que este es el momento de
levantar las sanciones o alterar nuestra política", explicó Casey.
No obstante, la posición estadounidense podría dar un giro
radical si Barak Obama consiguiera ganar las elecciones presidenciales de
noviembre, ya que en su campaña ha expresado la intención de reabrir el diálogo
con Cuba e incluso visitar la isla.
A revisión en un año
La decisión de la UE de levantar las sanciones diplomáticas
contra el régimen cubano será revisada dentro de un año. La Habana ha
considerado hasta ahora indispensable que Bruselas elimine completamente las
sanciones que se aprobaron en el 2003 por el encarcelamiento de 75 opositores,
antes de aceptar las ofertas de diálogo de los Veintisiete. Estas medidas, que
limitaron las visitas gubernamentales de alto nivel, redujeron la importancia
de la participación de los países de la UE en las manifestaciones culturales
cubanas y estrecharon los lazos con la oposición, estaban congeladas desde el
2005.
La
Unión Europea ha decidido por tanto facilitar un proceso de
diálogo político "recíproco, incondicional, no discriminatorio y orientado
a conseguir resultados", en el marco de los "cambios emprendidos por
el presidente Raúl Castro".
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel
Moratinos, ha expresado la satisfacción del Gobierno español, que ha encabezado
este proceso, y subrayó que se ha impuesto "el sentido común y de
futuro" con Cuba. El jefe de la diplomacia española ha dicho que la
decisión demuestra la "autonomía y legitimidad" de la política de la
UE frente a la postura de firmeza de EEUU.
Moratinos ha confiado en que las autoridades de la isla respondan
de forma "satisfactoria" al paso dado por la UE y faciliten un
"diálogo franco, respetuoso, intenso y productivo". Así, ha declarado
que "lo deseable" sería que se acelerara la excarcelación de presos
políticos, ya que "cuanto más rápido se liberen, mejor para todos".
Precisamente, su homólogo checo, Karel Schwarzenberg, hizo
hincapié en que el levantamiento de sanciones será revocado dentro de un año si
el régimen no cumple con condiciones como la liberación de los encarcelados por
sus ideas. "Este proceso de diálogo debería incluir todos los ámbitos
potenciales de cooperación, incluidos los sectores político, de los derechos
humanos, económico, científico y cultural", indican las conclusiones.
Según esta iniciativa, el Consejo reconoce "los cambios
emprendidos hasta la fecha por el Gobierno cubano", "apoya los
cambios continuos de liberalización en Cuba" y "alienta a Raúl Castro
a introducirlos, por coherencia con las intenciones que ha manifestado".
La oposición, fundamental en el proceso
A propuesta checa, uno de los gobiernos más reacios a
levantar las sanciones, se introduce también en el texto un "compromiso
renovado" con la llamada postura común de 1996 y que significa que el
diálogo con las autoridades cubanas debe ir siempre acompañado de
conversaciones con la oposición.
Los Veintisiete harán además "un llamamiento al
Gobierno cubano para que mejore de forma efectiva la situación de los derechos
humanos mediante, entre otras cosas, la liberación incondicional de todos los
presos políticos, incluidos los que fueron detenidos y encarcelados en
2003".
Precisamente, la entrada en prisión de los opositores estuvo
en el origen de las sanciones impuestas por la UE en el 2003 y congeladas en el
2005. En este contexto, la UE "hace un llamamiento al Gobierno cubano para
que facilite el acceso a las prisiones a las organizaciones humanitarias
internacionales" y pide ratificar los pactos sobre derechos humanos
recientemente firmados por La Habana.