No les basta con la dura competencia que tienen en las industrias de los teléfonos inteligentes y de tablets. En un tiempo más, Apple y Samsung trasladarán su disputa por ser la principal empresa tecnológica al mercado relojero.
Ayer, la firma de Corea del Sur confirmó que está elaborando un aparato para la mano. “Hemos estado preparando el producto de reloj por largo tiempo”, comentó en una entrevista a Bloomberg Lee Younug Hee, vicepresidente ejecutivo del negocio móvil de Samsung. “Estamos trabajando muy fuerte para prepararnos. Estamos desarrollando productos para el futuro y el reloj es definitivamente uno de ellos”, agregó.
El anuncio de Samsung se produjo luego de que personas familiarizadas con los planes de Apple afirmaran el mes pasado que la compañía tiene a cerca de 100 diseñadores trabajando en un dispositivo parecido a un reloj de mano –que los analistas han llamado iWatch– que podría desempeñar funciones similares a las de un iPhone y un iPad.
Apple y Samsung están buscando nuevas líneas de producto a medida que el mercado global de US$ 358 mil millones de los celulares se acerca a la saturación. Bloomberg Industries proyecta que el crecimiento en este sector se ralentizará a 9,8% en 2017 desde 27% este año.
En tanto, la industria global de relojes generará más de US$ 60 mil millones en ventas este año, según el analista de Citigroup Oliver Chen. El negocio tiene márgenes netos de 60%.
“El tema aquí es quién lo comercializará primero para que los consumidores puedan usarlo de manera significativa”, aseguró el ejecutivo de Samsung.
¿La salvación de Apple?
Cuando Steve Jobs, fundador de Apple, murió en octubre de 2011 muchos pensaron que su deceso marcaba el comienzo del declive de la compañía estadounidense. La empresa más valiosa del mundo no sólo se quedaba sin su inigualable líder, sino que también perdía al genio detrás de su creatividad.
En su reemplazo surgió Tim Cook, quien a un poco más de un año de haber asumido como CEO superó las expectativas del mercado. El 19 de septiembre de 2012, una semana después de lanzar el iPhone 5, la acción de la firma llegó a su máximo de
US$ 702.
Sin embargo, en los seis meses siguientes el papel se hundió. Hasta ayer, el título había perdido más de 35% de su valor, casi US$ 250.
Los inversionistas temen que la empresa haya perdido la capacidad de abrir nuevos mercados, de ser visionaria y de crear una necesidad que la gente ni siquiera sabía que tenía. Quizás el iWatch podría ayudar a calmar estas dudas y devolver a Apple al trono de la innovación.