El presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha designado al turismo como un sector estratégico y ha destinado inversiones públicas y privadas por 1,2 billón (millón de millones) de pesos mexicanos
(US$ 90 mil millones) durante su mandato de seis años para revertir la caída de México en los ranking de turismo globales. Hay preocupaciones, sin embargo, de que estos planes no tengan una visión de largo plazo suficiente para impulsar la innovación en el sector, que es crecientemente necesaria en un mercado de turismo global altamente competitivo.
La administración está ansiosa de impulsar el sector turístico, que alcanzó niveles récord de visitas y gasto durante 2013. Esto siguió a años de mal desempeño, principalmente como consecuencia de una débil seguridad que afectó a varias partes del país desde 2006, además de la crisis financiera global de 2008-2009 y un dañino brote de gripe porcina en 2009.
Resultados positivos
Cifras del Banco de México (Banxico, el banco central) mostraron que entre enero y octubre del año pasado visitaron el país 19,2 millones de turistas extranjeros, la cifra más alta de la que se tenga registro, y un 1,9% por encima del mismo período de 2012. De forma más importante, las divisas que ingresaron al país como resultado del turismo llegaron a US$ 9.400 millones, superando el máximo que se registró en 2008, y la cifra más alta desde que Banxico comenzó a recopilar los datos en 1980. El aumento fue equivalente a un 8,8% en comparación con el mismo período de 2012. El sector de turismo es la cuarta mayor fuente de divisas de México.
Según la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), los niveles de ocupación hotelera alcanzaron un 90% durante el feriado de semana santa, y algunas locaciones, como Cancún y la Riviera Maya llegaron a un 95%, reflejando la fortaleza de la industria. Dado que la contribución del turismo al PIB es cercana a 9% y que genera casi uno de siete empleos en el país, el crecimiento reciente del sector es un desarrollo positivo. El turismo representa más de 7% de empleos directos y una proporción similar de trabajos indirectos en los sectores de construcción, manufactura y transporte.
Planes para el sector
La ministra de turismo, Claudia Ruiz Massieu, destacó recientemente que las estimaciones actuales sugieren que 2014 continuará la tendencia al alza de 2013. En el primer trimestre de este año el influjo de turistas extranjeros subió 15,4% respecto del mismo período de 2013. De forma similar, los ingresos en moneda extranjera se elevaron a US$ 4.430 mil millones, un 14,8% más que los US$ 3.860 del primer trimestre de 2013. Esta es una buena noticia para el gobierno, cuya Política Nacional de Turismo pretende revertir la caída reciente en el valor agregado del turismo.
El principal objetivo de los planes de Peña Nieto para el sector es aumentar su efecto de contagio, es decir, los ingresos y gastos que se derivan de los turistas internacionales y que benefician a otros sectores y regiones. El gobierno aspira a conseguir esto diversificando las fuentes de las visitas y apuntando a turistas de mayores ingresos y mayor gasto. En este aspecto la tendencia también es positiva, ya que los datos de Banxico muestran que el gasto diario promedio de los turistas durante los primeros diez meses de 2013 creció de US$ 162.500 millones a US$ 174.500 millones.
Los planes de turismo del gobierno incluyen inversiones para promover la diversificación de oferta, además de mejorar la competitividad e infraestructura. Los proyectos de infraestructura están en el corazón de los planes para el sector. Según el Programa Nacional de Infraestructura, el turismo es una de las seis áreas estratégicas para el gobierno, que planea desarrollar 180 proyectos relacionados con la industria, la mayoría de ellos en el sudeste del país, donde yace buena parte del potencial turístico de México.
No todo es positivo
Pese a las tendencias alentadoras, el sector aún enfrenta desafíos significativos. Un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) de octubre destaca que, pese a las alzas anuales en el número de visitantes extranjeros, la posición de México como uno de los principales destinos turísticos del mundo ha sufrido una caída consistente en los años recientes, y ya no está entre los diez principales mercados. En 2012 bajó al puesto 13, mientras que en 2013 cayó al 14.
Especialistas han subrayado que la falta de innovación ha sido un problema por largo tiempo en la política de turismo, y que se mantiene como una limitación en el enfoque actual del gobierno para impulsar la industria. El informe de IMCO destaca que el desarrollo del turismo en México no ha seguido el ritmo de las tendencias globales y sigue dependiendo de los intentos por repetir el éxito de Cancún, que fue central en posicionar a México como destino turístico, pero se ha vuelto obsoleto como modelo de desarrollo. En momentos en que la competencia está creciendo desde destinos en toda América Latina que ofrecen experiencias más atractivas, México está perdiendo frente a las playas del Caribe. Además, la subutilización del potencial cultural, ecológico y medioambiental se mantiene como un problema, por lo que México seguirá en desventaja frente a destinos como Perú y Costa Rica.
Otra debilidad significativa en el sector es la falta de competitividad. El Informe de Competitividad de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial de 2013 ubicó a México en el lugar 44 de 140 países evaluados. Esto se debió en gran parte a la pobre situación de seguridad (en la que México ocupó el puesto 128), pero también al limitado capital humano calificado (87) y la falta de sustentabilidad ambiental (114). Pese a que el gobierno reconoce que se necesita inversión en infraestructura para mantener la competitividad, las mejoras podrían no llegar tan rápìdo como se necesita. La capacidad de los principales aeropuertos para la industria turística -Ciudad de México y Cancún- está cerca de niveles de saturación, lo que está causando retrasos en los vuelos.
Un problema final es que faltan estrategias de largo plazo. Sin esto, México tendrá problemas para volver al top diez de los destinos turísticos mundiales, aun cuando el gobierno de Peña Nieto tenga éxito en mejorar la infraestructura y la seguridad.
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